Janner J. O., el hombre de 29 años arrestado en Ginebra once días después de que presuntamente estrangulara hasta la muerte a su novia cuando ella quiso romper la relación, contó con ayuda de sus familiares para preparar la huida. Según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia, Janner J. O. se refugió en casa de dos familiares directos suyos, en Torrent, desde cuyo domicilio se habría conectado a internet para comprar los billetes que iban a llevarle hasta Colombia, tras pasar por una capital europea. Al parecer, esos familiares no le dijeron a la policía todo lo que sabían hasta que se les tomó declaración por segunda vez.

En esa segunda comparecencia, confesaron al grupo de Homicidios de la Policía Nacional que Janner J- O- no solo había estado en su casa, sino que, además, había utilizado el ordenador de uno de ellos. Fue así como los agentes agilizaron las pesquisas y averiguaron que Janner J. O. estaba en Suiza. De hecho, gracias a la rapidez con que actuaron, la Police Cantonale de Ginebra localizó al sospechoso a las 7.30 horas, en la estación de tren central ginebrina, la Gare Cornavin, a punto de embarcar hacia Francia.

El cuerpo sin vida de Yessica Daniela Gularte, la cuarta víctima mortal de la violencia machista este año en la Comunidad Valenciana, fue encontrado en torno a las 23.00 horas de 29 de agosto pasado, casi 7 días después de su asesinato, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV en su edición digital al día siguiente del hallazgo. El cadáver estaba en el interior del maletero de su coche, un Citroën C3, estacionado en un descampado a unos 200 metros del domicilio de la víctima. El crimen, tal como adelantó este diario también, fue perpetrado en torno a las 2.30 horas del domingo, 23 de agosto, en esa vivienda. Dos vecinos fueron testigos auditivos de la paliza que Janner presuntamente le dio a Yessica, así como del momento en que la estranguló.

Después, el presunto asesino aprovechó las horas de la madrugada para cargar con su cuerpo y meterlo en el maletero de su coche, que estaba donde ella lo había aparcado: justo delante de su portal, en la calle Pablo Meléndez, en el distrito valenciano de Patraix. Al día siguiente, compró tres sacos grandes de tierra para plantar en un bazar y, de nuevo de madrugada, cubrió el cuerpo con ella para retrasar los señales de descomposición y dilatar al máximo el descubrimiento del cuerpo, dándose así tiempo para poder huir.

En principio, se cree que movió el coche solo 200 metros de su ubicación habitual para que los amigos no lo encontraran en un primer rastreo, y que no se atrevió a llevarlo más lejos porque carece de carné y posiblemente temía ser parado e identificado por la Policía llevando el cuerpo sin vida de su dueña en el maletero del C3.