La Parroquia de San Antonio Abad de Tamaraceite está triste porque se le ha ido uno de sus parroquianos más queridos, Pepe González. Se nos ha ido como vivió, en silencio, sin hacer ruido. Un hombre trabajador y misericordioso donde los hubiera. El hombre de la eterna sonrisa. Vivió por y para el compromiso por los demás. Fue uno de los impulsores de las Cáritas Arciprestales de San Lorenzo. Miembro activo de esta organización de la iglesia y voluntario activo en todos los proyectos que surgiesen, con espíritu constructivo, sacrificando su vida familiar por ayudar a los demás, pero lo hacía con cariño y desprendimiento. Se compadecía de los sufrimientos y miserias de todas aquellas personas que venían hasta Cáritas pidiendo ayuda básica. Siempre con amabilidad, siempre escuchando al necesitado.

De Pepe nunca te encontrabas un no por respuesta. Trabajó codo a codo con todos los párrocos de los últimos sesenta años de la Parroquia de Tamaraceite. A todo decía que sí con alegría y desprendimiento. Fue miembro fundador de Radio Tamaraceite y su voz aún se puede escuchar en los laudes. pero su pasión por la zarzuela lo llevó a dirigir un programa en radio Tamaraceite durante muchos años, llevando el mundo de la zarzuela hasta todos los hogares de nuestros barrios.

Pepe siempre estaba de buen humor. Siempre tenía un chiste a mano incluso en los momentos más duros, de más trabajo, de más tensión e incluso de más dolor. Era capaz de hacerse uno con el que sufría pero también con el que venía “exigiendo”. Era capaz de entender a los demás con una ternura que jamás he visto a nadie. Nunca lo vi enfadado, siempre tenía la paciencia y templanza para poder atender las necesidades de los demás y el servicio a su parroquia de Tamaraceite, ya fuera desde la ayuda a los más desvalidos como desde la liturgia o el archivo parroquial.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Tú ya la alcanzaste Pepe. ¡Buen viaje!