El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Arona considera que el líder de la empresa Arbistar 2.0, Santiago Fuentes Jover, que está acusado de los delitos de estafa, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales tuvo la colaboración de otros cuatro individuos en sus presuntas acciones delictivas relacionadas con el dinero aportado por numerosos inversores en bitcoins, que se han quedado sin sus depósitos y sin las supuestas ganancias que iban a obtener con la compraventa de tales criptomonedas. Los investigadores de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional ya han instruido diligencias en las que figuran como investigados dos de los citados hombres.

Sin embargo, los agentes del citado grupo de la Brigada Provincial de Policía Judicial no han conseguido localizar a los otros dos presuntos implicados, por lo que la autoridad judicial ha dictado órdenes de búsqueda y detención sobre ellos.

Los cuatro presuntos implicados en las operaciones lideradas por Santiago Fuentes son A.C.F., I.G.E, D.F y V.F. Según las pesquisas efectuadas por los funcionarios policiales y la consideración del juez, todos ellos podrían estar relacionados con el fraude, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales, “al haber desarrollado y promocionado un producto de inversión (Arbistar 2.0), con el que poder defraudar a los clientes que depositaron su confianza en dicho vehículo financiero”. Según los investigadores, los implicados presuntamente ocultaron las ganancias provenientes del delito a través de empresas pantalla, como Promotora Arbistar, Venus Capital Trade e Inversiones Chanajiga SL.

Arbistar 2.0 es una mercantil que figura registrada en la Zona Especial Canaria (ZEC) para poder pagar menos impuestos. Y Fuentes decidió que su sede oficial estuviera en pleno centro de la zona turística y residencial de Playa de las Américas, en el municipio de Arona, en el edificio de oficinas del centro comercial Zentral Center. En la misma planta, el grupo liderado por el ahora acusado también se halla la oficina de otra empresa del mismo grupo, Arbicorp. La detención del líder de la supuesta trama se produjo en la mañana del pasado miércoles en un domicilio situado en el municipio de Candelaria, en Araya, según algunas personas consultadas. Los ya citados D.F. y V.F. presuntamente ejercieron como programadores para la creación de Arbistar.

La abogada grancanaria Conchi Viera recuerda que la última fecha que dio a algunos de los afectados para que pudieran recuperar sus inversiones fue el martes pasado, 20 de octubre. Y, como era previsible, no pudieron hacerlo. Eso significa que, hasta el mismo momento de su detención, que se produjo en la jornada del pasado miércoles, Santiago Fuentes Jover ha utilizado su dominio de la oratoria y sus mensajes en vídeos (denominados “llamadas de éxito”) para intentar convencer a numerosos afectados para que no denuncien la supuesta estafa, ya que en ese caso no tendrían derecho a recuperar (por las buenas) el dinero depositado en los diferentes productos ni el rendimiento obtenido por las hipotéticas operaciones de compraventa.

Conchi Viera recuerda la importancia de que los afectados denuncien, se personen en la causa y reclamen por la vía penal, con el objetivo de intentar recuperar las cantidades económicas invertidas en el proyecto de Fuentes Jover de estos últimos años. En sus palabras, “el fiscal no lo puede hacer si no sabe quiénes son los perjudicados”. La letrada advierte de que los inversores también pueden recurrir a la vía civil, “pero sería un proceso más largo y difícil”.

Según la información ofrecida a Viera por los expertos a los que ha consultado hasta ahora, Arbistar 2.0 supuestamente trabajaba con unas 16 casas de cambio (exchange) de criptomonedas. Al no existir un marco regulador de esos procedimientos, cada una de dichas “exchange” disponía de un valor para el bitcoin. La abogada recuerda que Fuentes Jover ofrecía a sus clientes que “compraba barato y vendía caro”. Y esa diferencia era el hipotético rendimiento económico que podían lograr los inversores. Estas operaciones se desarrollaban a través de los “bots”, productos vendidos a través de diversos nombres.

Viera advierte de que, según sus asesores, el control de las compras y las ventas se efectúa a través de complejos y costosos sistemas informáticos. Pero los especialistas a los que ha consultado recuerdan que estos procesadores ni proporcionan unos beneficios tan elevados ni en un tiempo tan corto como anunciaba Fuentes. Para el líder de Arbistar, se trataba de “un producto seguro”, pero para algún experto no estaba tan claro. La letrada grancanaria cita a uno de los especialistas escépticos, Óscar Tapi, que, según Viera, hace un año que pronosticó que el negocio de Fuentes podía ser una “estafa piramidal”, que es lo que ahora también piensan los investigadores y hasta el juez del caso.