El Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil en Tenerife rescató en la noche del pasado sábado a dos personas atrapadas en el barranco de El Cedro, en Hermigua (La Gomera), a donde fueron trasladados por el helicóptero del Instituto Armado (UHEL). El barranco tiene una pared vertical de 150 metros encadenada en tres partes. El hombre, de 48 años, quedó suspendido sobre una cascada a 70 metros de altitud y la mujer, de 50 años, estaba al final del rappel, unos setenta metros más abajo.

Tras preparar el equipamiento de un rescate de tal nivel, de máxima peligrosidad, unido a la oscuridad y las inclemencias del tiempo (fuertes vientos y lluvia), a las 20.00 horas los agentes empezaron a bajar el barranco, que tiene primero un rappel de 20 metros, que luego da acceso al rappel principal, de 150 metros de longitud. Al llegar a la última pared vertical, los profesionales vieron, con la ayuda de varias linternas, al hombre suspendido sobre una cascada, a 70 metros por debajo de ellos. El primer guardia comenzó a descender, hasta que llegó a la altura del hombre, no sin grandes dificultades, ya que una piedra golpeó su brazo mientras hacía tal operación. La víctima tenía síntomas de hipotermia y pocas fuerzas. Y, al percatarse de la presencia del agente, entró en pánico y no le fue posible colaborar en el rescate. Por eso, un segundo miembro del Greim bajó para ayudarlo. Los profesionales decidieron cortar los cabos de anclaje para liberar al afectado del bloqueo y conseguir pasarlo al sistema de descenso que los agentes tenían preparado para él.

Uno de los guardias civiles bajó con la víctima los 70 metros que quedaban hasta el final del rappel principal, donde se hallaba la mujer. Después descendió el segundo agente y, una vez allí, los agentes comprobaron que la mujer se encontraba con frío e hipotermia leve, pero en buen estado general. Y prestaron el auxilio necesario a ambos rescatados. Todavía les quedaban 20 metros más para llegar al fondo del cauce, caminar por un sendero y llegar a una presa con acceso para todoterrenos.

Pero, por los fuertes vientos y lluvias, así como la total oscuridad y abundante vegetación, y al no poder encontrar con seguridad la cabecera del siguiente rappel, los agentes del Greim optaron por salir por un lateral, mediante una trepa e instalando cuerdas en los árboles para dar seguridad a los rescatados. Treparon de árbol en árbol durante 200 metros, hasta que hallaron un sendero que les llevó a un lugar donde podían acceder los vehículos para que ambas personas fueran auxiliadas.