Dos futbolistas del equipo El Palo B se enfrentarán a una petición fiscal global de 30 años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa a un jugador de 24 años del club Alhaurín de la Torre B tras un partido entre ambos celebrado en Málaga el 20 de marzo de 2016.

    El juicio está previsto que comience este lunes en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Málaga y, según han informado a Efe fuentes judiciales, han señalado para la celebración del mismo hasta el miércoles.

    Uno de los procesados era el capitán del equipo de El Palo B, y los hechos se remontan al día en que se disputó en el campo de fútbol de la barriada malagueña del Palo un encuentro de Tercera Regional entre El Palo B y el equipo de Alhaurín de la Torre.

    El futbolista agredido sufrió dos puñaladas, que le afectaron una al tórax y otra cerca del corazón, y ha perdido calidad de vida dado que le imposibilita actividades específicas y precisa valoraciones periódicas de su estado cardiológico porque su cicatriz es susceptible de provocar arritmias, trombos e insuficiencia cardíaca, entre otros.

    Uno de los procesados está acusado de asesinato en grado de tentativa y amenazas y se enfrenta a 14 años, mientras que el fiscal eleva la petición para el compañero a 16 años por lesiones con instrumento peligroso y tentativa de asesinato.

    En el relato acusatorio, al que ha tenido acceso Efe, el fiscal mantiene que los acusados se pusieron de acuerdo para dar muerte a la víctima cuando finalizase el partido.

    Durante el encuentro, hubo tensión entre el capitán del equipo del Palo y la víctima, capitán del otro equipo, y el procesado "tomó una actitud desmedida de agresividad" hacia el contrincante, a quien amenazó de muerte en varias ocasiones.

    Le dijo frases como "te voy a matar", "¿ves los minutos?" y "cuando pasen los minutos te mato, nos vamos a ver fuera, te esperaré".

    Dicho procesado a balón parado se dirigió de nuevo a la víctima en el minuto 61 y le dio un cabezazo, derribándole, por lo que fue amonestado y poco después fue sustituido por otro jugador.

    El acusado se quitó la camiseta oficial y se fue a la zona de las gradas, donde se encontraban unos conocidos suyos y allí siguió con las amenazas de muerte.

    Entre estas personas se encontraba el otro procesado, que también era jugador de su equipo (pero que no había sido convocado para ese encuentro) y, según el fiscal, se pusieron de acuerdo para matarlo cuando acabara el partido.

    Al finalizar el encuentro, con la victoria de El Palo B, el capitán fue invitado por el cuerpo técnico de su equipo para que saliera al campo a celebrar la victoria de su equipo y el otro procesado, pese a que no había jugado, también entró.

    En un determinado momento, cuando la víctima estaba felicitando a los jugadores y técnicos ganadores, uno de los acusados lo cogió por el cuello y lo inmovilizó y con una navaja lo apuñalaron en dos ocasiones.

    En el relato acusatorio se señala que otras personas del grupo de los procesados de las gradas también saltaron al campo a agredir a la víctima mientras que estaba inmovilizada pero los delegados de equipo y de campo, así como entrenadores y jugadores intentaron impedir los continuos golpes que recibió mientras estaba en el suelo.

    El Comité de Competición de la Federación Malagueña decidió retirar la licencia de los dos jugadores en abril de 2016