La Audiencia de Teruel ha condenado a prisión a dos hermanos de la localidad de Pozondón como responsables de la muerte de su madre, cuyo cadáver emparedaron en la vivienda familiar a fin de seguir percibiendo la pensión de la víctima.

La sentencia, que se ajusta al veredicto del jurado que enjuició los hechos la semana pasada, impone al hermano una condena de 16 años como autor material del asesinato, con la agravante de parentesco y una atenuante por obcecación.

El magistrado presidente del jurado acuerda condenar a la hermana, con la mismas agravante y atenuante, a 8 años de prisión como cómplice ya que no trató de impedir el asesinato y esperó en otra habitación de la vivienda hasta que su hermano le informara de la muerte de su madre.

Además, la sentencia condena a ambos hermanos a sendas penas de 6 meses de prisión por un delito de fraude a la Seguridad Social y a indemnizar en 30.755 euros a Bankia, que reintegró recientemente al organismo ministerial el dinero indebidamente cobrado por los acusados, a quienes impone el tribunal libertad vigilada durante 3 años una vez cumplidas las penas impuestas.

El fallo judicial, de acuerdo con el veredicto del jurado, relata que el 3 de marzo de 2017, los dos acusados llevaron a cabo el crimen de su madre, una anciana que padecía alzheimer, ciega y con movilidad limitada, que requería cuidados continuos por parte de sus hijos.

Según establece la resolución judicial, "a la vista de que en los últimos meses el trabajo de cuidado de Ángela (la madre) se había hecho más penoso y las molestias permanentes, el acusado decidió que lo mejor sería acabar con la vida de su madre, comentándoselo a su hermana Isabel".

Admite la sentencia que el estado alterado de la madre durante la tarde del 3 de marzo provocó en los acusados en un gran estado de nerviosismo y exaltación que llevó al hermano finalmente a decir a su hermana que "iba a hacerlo".

Mientras su hermana aguardaba, el acusado subió a la habitación donde dormía su madre y le puso la almohada en la cara hasta que dejó de respirar.

Tras el crimen, emparedaron el cuerpo de la madre y siguieron cobrando su pensión hasta junio de 2020.

En su sentencia, el tribunal aplica la atenuante de obcecación apreciada por el jurado tras considerar que el estado de la madre generó en los hermanos un estado de nerviosismo similar a un estado de ofuscación o desequilibrio emocional.