El joven de 19 años que falleció el pasado martes en un soportal de la calle Albareda de Las Palmas de Gran Canaria donde dormía murió por muerte natural, según el informe preliminar de la autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria. La esquina donde pernoctaba la víctima, un magrebí que había llegado en patera a la Isla, se despertó en la mañana del jueves con varias velas y carteles en su recuerdo que habían sido puestos por vecinos de los barrios de La Isleta y el Puerto.

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) informó de que la necropsia apunta a muerte natural, aunque aún se está a la espera de pruebas complementarias. El joven, identificado como Ahmed según uno de los carteles, fue localizado ya fallecido sobre las nueve de la mañana del martes después de que una enfermera se diera cuenta de que no respondía a ningún tipo de estímulo. Agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional acudieron al lugar, así como sanitarios del Servicio de Urgencias Canario (SUC) que confirmaron la muerte del migrante, que llevaba varios días durmiendo en la calle después de salir del sistema de acogida gubernamental. Las anteriores noches las había pasado acompañado de otros compatriotas, aunque el pasado martes durmió solo.

Ahmed, como señala el cartel, era “el primogénito de unos papás y hermano de dos chicos más”. “Hiciste”, continúa, “la ruta migratoria más dura y sobreviviste llegando a Canarias buscando una vida mejor y encontraste la muerte solo y en el frío de las calles, con muchos sueños sin cumplir y una vida truncada para siempre”. En el muro, sobre las velas, también se ha denunciado la “dejadez institucional”, en referencia a la falta de plazas de acogida para las decenas de migrantes que duermen en la calle sin atención alguna, y se pidió dejar de “dar la espalda a los derechos humanos”.

La oenegé Somos Red, formada por vecinos de la capital grancanaria, apunta que sólo en la ciudad puede haber más de un centenar de jóvenes migrantes viviendo en las calles al quedar fuera del sistema de acogida por prolongar su estancia en el exterior, sin regresar a alguno de los centros, más de 72 horas. Antonio Santana, portavoz de esta organización de reciente creación para la ayuda de los extranjeros llegados en patera, declaró que en su mayoría están sufriendo problemas psicológicos al verse deambulando por la urbe.

Santana señaló que se ha dado un caso en que uno de los migrantes vio cómo quemaban el colchón y las mantas que guardaba donde dormía en el barrio de Las Coloradas. Ocurrió en la mañana de anteayer y al lugar acudieron los bomberos de Las Palmas de Gran Canaria, que apagaron las llamas aunque no vieron a ninguna persona en las inmediaciones.