Sergio Fernández, el padre del niño que murió presuntamente a manos de su madre, Ana María B.L., en octubre de 2019, ha asegurado este lunes ante del inicio del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Almería que su expareja "quería hacer daño y hacerse ver" ya que "había malos tratos" anteriores, de modo que la muerte del menor fue la "última consecuencia" de sus actos, que obró de manera consciente, según ha defendido.

En declaraciones a los medios a las puertas del Palacio de Justicia, el padre del menor siete años ha recalcado que su expareja, quien se enfrenta a prisión permanente revisable, tenía "un comportamiento malo con la familia" y "con el niño". "No le llevaba al colegio, no le daba de comer, le importaba tres pimientos el niño y le hacía daño", ha recalcado.

El padre del menor confía en que se "haga justicia" porque a su parece está "bastante claro lo que pasó" y "lo que hizo ella" con el menor aquella mañana del 10 de octubre de 2019 cuando salió con el menor de su vivienda de Huércal de Almería para dirigirse a las Norias de Daza, en El Ejido, con el cuerpo del menor quien supuestamente ya había fallecido por asfixia.

En este sentido, ha afirmado que la mujer "está perfectamente y actuó bajo su responsabilidad" frente a la posibilidad, apuntada por el Ministerio Fiscal, de que la procesada pudiera haber padecido un trastorno psicótico agudo y transitorio que le ocasionara "una alteración parcial de sus facultades volitivas".

"La consecuencia última ha sido esta, pero ya llevaba actuando de esa manera hacía tiempo, lo estuvimos advirtiendo pero... esperamos que se haga justicia ya que en su momento no se hizo porque una persona así no puede estar en la calle", ha añadido el progenitor del menor que ejerce la acusación particular de mano de la letrada Antonia Castillo.

Tanto la abogada como el padre de la menor han expresado su confianza ante el sistema en juicio con jurado de cara al inicio de la vista oral. "Tendrán niños, nietos, sobrinos y no querrán tener en la calle a una persona que a su propio hijo hizo lo que hizo, lo que podría hacer a una persona a la que no tuviera ningún afecto", ha indicado el padre, para quien ahora es "responsabilidad" del jurado "juzgarla, dejarla o atenuarle la pena".

Por su parte, la abogada ha apuntado que la acusada actuó de "manera violenta" con "pleno conocimiento intelectual y volitivo de los hechos, es decir que estaba y sabía lo que estaba haciendo y quería hacerlo". "Creemos que es una cosa que verá durante el juicio y que todos estarán de acuerdo con nuestra posición", ha añadido.

Castillo ha apuntado así las similitudes de su calificación de los hechos con la de la Fiscalía, toda vez que ha asegurado que el informe forense señala que la acusada "estaba plenamente capacitada". "Su interés no era solamente el matar a su hijo, sino el producirle también el mayor daño a Sergio", ha indicado la letrada, quien ha recordado que la mujer intentó huir de la escena cuando iba a ser detenida por la Guardia Civil al tiempo que, en su día, ya fue absuelta de un delito de malos tratos.