La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén ha decretado la puesta en libertad de los dos policías nacionales que se encontraban en prisión provisional desde el pasado 15 de febrero por su presunta implicación en una agresión a un vecino de Linares (Jaén) y a su hija de 14 años durante una pelea en la terraza de un bar y cuando estos no se encontraban de servicio.

A las 9,00 horas se ha celebrado la vista en la Audiencia de Jaén donde las defensas de los dos policías, un agente y un subinspector, han pedido su puesta en libertad, a lo que se ha opuesto tanto el Ministerio Público como la acusación particular que han pedido que se mantenga la prisión provisional para los dos agentes, según han informado fuentes judiciales.

El caso ha llegado a la Audiencia después de que el juzgado de instrucción de Linares encargado del caso denegara en primera instancia la puesta en libertad de los dos acusados, por lo que sus defensas recurrieron a la Audiencia de Jaén.

En poco más de tres horas, el tribunal ha emitido un auto de once páginas decretando la puesta en libertad de los dos agentes que desde el pasado 15 de febrero se encuentran internos en el centro penitenciario de Sevilla 1 por contar esta prisión con un módulo específico destinados a miembros de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. El efecto del auto es inmediato por lo que los dos agentes quedarán en libertad en el mismo momento en que llegue la comunicación judicial a la prisión.

En el auto al que ha accedido a través del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, se incide en que "la medida de prisión provisional no puede ser utilizada como pena anticipada, ni como respuesta a una situación de alarma social como la generada en el caso de autos en donde se produjo incluso un asedio a la sede judicial por una multitud de personas".

Además de fallar la puesta en libertad, el tribunal impone a los dos policías la obligación de comparecer en el juzgado de guardia los días 1 y 15 de cada mes así como la prohibición de comunicarse por cualquier medio y de acercarse a la víctima, con la que deberán guardar una distancia de 200 metros. La decisión de la Audiencia es firme y no se puede recurrir.

El auto de puesta en libertad recoge que ni por la gravedad de los hechos imputados, ni por las circunstancias personales de los investigados "permiten considerar la existencia de un riesgo de fuga que justifique la adopción de la medida de prisión".

También se rechaza el riesgo de ocultación, alteración o destrucción de las fuentes de prueba relevantes en base a la condición de funcionarios policiales de los investigados. En este sentido, el tribunal señala que "existen multitud de grabaciones de los hechos aportadas a la causa, los testigos ya han declarado en instrucción y la mera condición de funcionarios policiales no es causa suficiente para hacer presumir que los investigados influirán en los aludidos testigos o alterarán otras fuentes de prueba".

Por último, sobre el posible riesgo para la víctima derivada de una posible reiteración delictiva de los investigados contra su persona, el tribunal apunta que "no consta la existencia de enfrentamientos previos entre las partes que hagan presumir una especial animadversión o deseo de venganza entre ellas".

Los dos agentes ingresaron en prisión como investigados por "un presunto delito de lesiones agravadas por el empleo de métodos o formas peligrosas para la salud física de la víctima y en la que ha mediado ensañamiento", castigado en el artículo 148 del Código Penal.

Tanto el subinspector como el agente de la Policía Nacional fueron arrestados el pasado 12 de febrero por su presunta implicación en una agresión a otro varón cuando estaban fuera de servicio. El herido fue ingresado en el Hospital San Agustín de Linares con lesiones en la nariz y la cornea, y también resultó herida, aunque con menor gravedad, su hija de 14 años.

En el material audiovisual difundido sobre la pelea por redes sociales se ve cómo varios hombres empiezan a dar golpes y empujones en plena calle a otro hombre, que acaba cayendo al suelo, siendo víctima de varios golpes y contusiones. Unos hechos que fueron condenados por la Dirección General de la Policía, así como por responsables de diferentes instituciones y partidos.

Lo sucedido dio lugar a concentraciones de protesta que desembocaron el pasado sábado en altercados en Linares con 13 detenidos y una veintena de policías heridos. El titular del Juzgado número 3 de Primera Instancia e Instrucción señaló en su auto de 13 de febrero el ingreso de prisión para los dos policías y lo hizo subrayando que era "evidente" "la desproporción" en la actuación de los dos policías, que en el momento de los hechos no se encontraban de servicio.

Para el juez instructor, tras visionar las imágenes difundidas por redes sociales, los dos policías emplearon "una violencia atroz" contra el hombre y su hija hasta el punto de que aun habiendo conseguido reducir en el suelo al hombre, "continúan dándole golpes".

"Es evidente que los detenidos actuaron desproporcionadamente y por tanto ejecutaron hechos susceptibles de reproche penal". Independientemente de quién iniciara la pelea, el juez señala que "no se justifica en absoluto la despreciable agresión perpetrada por los detenidos". En base a todo ello decretó el ingreso en prisión provisional de los dos policías.

En este proceso en el que se sigue con la instrucción, el hombre que resultó herido ya ha prestado declaración ante el juez que instruye la causa y lo ha hecho en su doble condición de perjudicado e investigado. También su cuñado lo ha hecho en la misma doble condición.