El escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife, en el juicio contra un hombre residente en el municipio tinerfeño de La Victoria de Acentejo que está acusado de tres delitos continuados de abuso sexual, recoge una serie de conductas que presuntamente llevó a cabo esta persona durante un prolongado periodo de tiempo, hechos por los que el fiscal solicita para él una pena de 42 años de cárcel, señala Cope Tenerife.

Por lo que se desprende del relato del Ministerio Fiscal, este hombre se aprovechaba de las visitas que realizaba a su hija, por acuerdo judicial, para abusar presuntamente de la menor, sometiéndola “a tocamientos de naturaleza sexual y penetraciones digitales y vaginales”. El fiscal sostiene que estos hechos sucedían prácticamente todos los miércoles y en aquellos fines de semana donde le correspondían visitas con la menor. Estos episodios tenían lugar “en el coche del procesado o en la oficina que tenía en la parte alta de la vivienda familiar”. En estos encuentros “tocaba a su hija en la zona del torso y el pecho, le masajeaba la zona genital, en ocasiones con introducción de dedos, le quitaba la ropa o hacía que ella se la quitara, y en ocasiones consumaba la penetración vaginal y en otras, si la menor se quejaba mucho del dolor, no la consumaba”.

Vídeos pornográficos

En la oficina hacía visionar a la menor vídeos de contenido pornográfico, pidiéndole que se comportara “como los personajes femeninos” y le decía que era un secreto, que no podía contarlo a nadie, especialmente a su madre.

A medida que cumplía años y empezaba a mostrarse más renuente, el procesado, con la finalidad de anular su voluntad, comenzó a utilizar benzodiazepinas, con efectos hipnóticos, que disolvía en la bebida. “Así logró penetrarla vaginalmente en al menos dos ocasiones: una a mediados de 2017 y otra, a mediados de 2019”. Según el Ministerio Público, el acusado también abusó de sus hermanas cuando eran menores de edad.