La Guardia Civil investiga a varias embarcaciones de recreo que estuvieron cerca de la costa de Tenerife en la madrugada del pasado 29 de abril, el día de la desaparición de Tomás Gimeno y sus hijas de uno y seis años, Anna y Olivia. Fuentes cercanas al caso confirman que se está siguiendo la pista de diferentes veleros y yates, con las características adecuadas para poder realizar un viaje desde Canarias hasta África o Sudamérica, que pudieran ser sospechosas, al haber permanecido en una zona próxima al Archipiélago en la noche en la que este padre desapareció junto a sus hijas.

Entre ellas, se encuentra un velero que merodeó sin rumbo fijo entre Gran Canaria y Tenerife, para después partir hacia Cabo Verde. Pero esta no es la única embarcación que ha llamado la atención de los investigadores, que tratan de resolver el caso desde el pasado 28 de abril. En la zona en la que se ha centrado la investigación en el mar, -situada en la costa tinerfeña entre Santa Cruz de Tenerife y Arona-, hubo presencia de muchos barcos con capacidad suficiente para partir hacia el continente africano y sudamericano, en los que podría haber huido Gimeno con sus hijas.

Sin embargo, este seguimiento es un trabajo complejo debido a la extensión del propio océano Atlántico y las dificultades para geolocalizar y seguir a todas las embarcaciones que pudieron pasar por esa zona aquella noche. Por lo que a pesar de contar con expertos en la materia y tecnología, basándose en diferentes sistemas oficiales de localización de embarcaciones, este seguimiento por ahora no ha dado sus frutos.  

Este sábado 8 de mayo, cuando se cumplieron once días desde su desaparición, prosiguió la búsqueda de las pequeñas y de su padre, sin que haya aparecido todavía ningún indicio concluyente que permita descartar alguna de las hipótesis con las que trabajan los investigadores.

De esta manera, el operativo continúa centrado en tres líneas de investigación. La primera de ellas es determinar qué ocurrió en las 18 horas que transcurrieron entre las 00:30 de la madrugada del miércoles 29 de abril, el momento en el que Gimeno salió del Puerto Deportivo Marina de Tenerife, y las 18:00 de la tarde de ese mismo miércoles, cuando su lancha, Esquilón, apareció a la deriva y sin ancla a una milla de El Puertito de Güímar. Para ello, los investigadores están tratando de rastrear la señal del teléfono móvil de Gimeno, desde donde mandó mensajes de despedida a sus padres y a la madre de las niñas para advertirle que no las volvería a ver. Los investigadores tratan de determinar el punto exacto en el que quedó a la deriva su embarcación para poder acotar la búsqueda que se está realizando en el mar.

Al mismo tiempo, están peinando la zona marítima que va desde la Punta de Anaga y la Punta Salema, cercana al Faro de Rasca, en Arona. El centro de control de Capitanía Marítima de Santa Cruz de Tenerife, que dirige el operativo de búsqueda frente al litoral tinerfeño, estableció que esta sería la zona preferente en base al Manual Internacional de los Servicios Aeronáuticos y Marítimos de Búsqueda y Salvamento (Iamsar), el protocolo que rige estos dispositivos.

Operativo en el mar

Para ello, se estudian no solo la corrientes, -cuyo efecto es más impredecible ya que influye la distancia a la que se esté de la costa-, sino el de los vientos, que esos días soplaron dirección norte-noreste, por lo que empujarían cualquier objeto que estuviera en esa zona hacia al litoral que va desde Güímar hacia Punta Salema y en especial hacia la costa de Arico.

Los barcos de búsqueda trazan líneas consecutivas paralelas o perpendiculares a la costa, conformando calles, que no tienen otro objetivo que el de realizar un rastreo minucioso de la zona para tratar de localizar cualquier indicio que pudiera servir para dar con el paradero de los desaparecidos.

La tercera línea de investigación que están siguiendo los investigadores es la de tratar de determinar por qué Gimeno adopta la drástica decisión de desaparecer junto a sus hijas de uno y seis años. Tal y como publica El Mundo, Gimeno no aceptaba que su exmujer y madre de las niñas hubiera rehecho su vida con un hombre mucho mayor que ella y también rechazaba que las menores convivieran en el mismo domicilio con la nueva pareja de su madre.

Los investigadores están reconstruyendo los últimos pasos que Gimeno dio antes de que se le viera por última vez en la Marina de Tenerife pasada la medianoche del miércoles 29 de abril.

Se sabe que Gimeno recogió a sus hijas a las 17:00 horas del martes, tal y como había acordado con su expareja. Lleva a su hija mayor a clases de pádel a las 17:30 de la tarde, donde la niña permanece hasta las 18:30. Entre esas dos horas, él fue visto en el puerto donde tenía su embarcación comprobando que el motor funcionaba. A las 19:30 los tres visitan a los abuelos paternos.

A las 21:30, Gimeno es captado por las cámaras de seguridad de la Marina. Entra solo y debido a la posición de los sistemas de vigilancia se ha podido confirmar que las niñas no accedieron por su propio pie al puerto deportivo. Gimeno traslada varios bultos desde su coche hasta su lancha y hacia las 21:50 sale a navegar.

A las 23:30 regresa a la Marina, coge su coche y se dirige a una gasolinera ubicada en la autovía de San Andrés, donde compra un cargador para el móvil. Vuelve al puerto y le pide al vigilante que le deje cargar su teléfono. Permanece allí unos 20 minutos y a las 00:30 horas vuelve a salir con su lancha para ya no regresar.

Poco después de las 21:00 al ver que Gimeno no devolvía a las niñas a la hora acordada, la madre se dirige a la finca donde reside y la encuentra vacía. Hacia las 22:00 de la noche recibe una llamada del desaparecido en la que le advierte de que no las volverá a ver.

Análisis de sus movimientos

No se han hallado movimientos sospechosos en las cuentas de Gimeno y la inspección de las fincas del desaparecido también han resultado infructuosas.

El operativo continúa activo por tierra, mar y aire. En él participan el Grupo de Emergencias y Salvamento (GES), Salvamento Marítimo, la Guardia Civil y la Capitanía Marítima. Además, para las batidas en tierra se ha contado en los últimos días con efectivos de Protección Civil.

Tanto la familia de las niñas, que está perfectamente coordinada con los agentes que se encargan de la investigación, como la Delegación del Gobierno han solicitado colaboración ciudadana para que se aporte cualquier información que pueda resultar útil.

La madre de las pequeñas, Beatriz Zimmermann, ha difundido a través de las redes sociales a lo largo de los últimos días varias cartas y vídeos. El primer mensaje lo trasladó el domingo 2 de mayo a través de una carta en la que se mostraba convencida de que las niñas estaban bien. El martes 4 de mayo difunde un tierno vídeo de Anna y Olivia solicitando que se compartiera lo más posible para que su imagen llegara a más rincones del mundo. El pasado viernes 7 vuelve a difundir una nueva carta en la que agradece el apoyo de la ciudadanía y le pide a Gimeno que desista.

El caso ha tenido una dimensión internacional y ha sido divulgado por medios de Estados Unidos, Latinoamérica, Reino Unido o India, a raíz de que la organización policial Interpol publicó en su página de internet las fotos de Olivia y Anna, advirtiendo de que presuntamente habían sido secuestradas por su padre.

Personajes públicos de gran relevancia y alcance en las redes sociales, como es el caso de Georgina Rodríguez, modelo y pareja del futbolista Cristiano Ronaldo, se han hecho eco en sus perfiles de este caso, solicitando su difusión. Todo con el único objetivo de localizar a Anna y Olivia.