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La odisea de Canarias a Madrid del bebé Kalel para ser hospitalizado

El niño se encuentra en el Hospital La Paz junto a su padre tras averiarse el avión medicalizado del Servicio de Urgencias Canario que lo evacuaba a la capital de España y tener que desviar su ruta a Lanzarote | La madre muestra su malestar porque "nadie se haya responsabilizado de lo ocurrido"

El bebé Kalel y su padre, Javier Pisaca, en Madrid.

El bebé canario de cuatro meses Kalel se encuentra desde la tarde de ayer ingresado en el Hospital La Paz de Madrid, a donde fue trasladado desde Tenerife tras una inesperada escala e ingreso del niño en el Hospital Doctor José Molina Orosa de Lanzarote al detectarse una avería en el avión medicalizado contratado por el Servicio de Urgencias Canario (SUC) para realizar las evacuaciones de pacientes entre el Archipiélago y la Península. Esa aeronave fue sustituida por otra para evacuar a Kalel desde Lanzarote hasta la capital de España. En ninguno de los dos trayectos los padres pudieron viajar junto al niño.

El menor se encuentra en Madrid con su progenitor, Javier Pisaca. Él y su madre, Sophie Saitta, que está en Canarias, respiran aliviados porque su hijo ya está, al fin, en Madrid para ser tratado del hiperinsulinismo congénito que padece, “patología metabólica causada por una mutación genetica que ataca el páncreas, haciendo que este libere cantidades descontroladas de insulina todo el tiempo, sin detectar que el cuerpo se está quedando sin glucosa en sangre”, explica Sophie. En La Paz ya le han hecho hoy la primera prueba y están a la espera de los resultados para tratar de buscar una cura a su enfermedad.

"Me desgarra que mi hijo, de tan solo cuatro meses, haya pasado la noche sin sus padres en el hospital de Lanzarote"

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Sin embargo, la pareja está “aún afectada” por los contratiempos que sufrió su niño y el equipo médico que lo acompañaba a raíz de que el avión se estropeara y tuviera que desviar su ruta y aterrizar en el aeropuerto César Manrique-Lanzarote. “Ha sido horrible. No deseo lo que hemos pasado ni a nuestro peor enemigo”, asegura Sophie. Añade que le “desgarra como madre” no solo el hecho de que “el niño viaje únicamente con el equipo médico, del que no pongo en duda su profesionalidad porque hace un trabajo encomiable, sino que mi hijo haya pasado la noche sin sus padres en el hospital de Lanzarote, ya que lo que debería haber hecho el 112 era haber mandado un helicóptero u otro avión para traerlo de vuelta a Tenerife. Es lo mínimo que deberían haber hecho. Estuvimos en un sin vivir”. Lamenta que “a día de hoy nadie se haya hecho responsable de lo ocurrido, ni el hospital de origen ni el 112. Lo más que más nos ha molestado de todo esto como padres ha sido la falta de información y organización. Se limitaban a decirnos que el avión tuvo un problema técnico y que pasa los estrictos controles para poder volar, cosa que no pongo en duda, pero no deja de ser un avión que lleva 40 años volando”.

Kalel se encontraba ingresado en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria, en Tenerife, donde permaneció los dos últimos meses de forma intermitente -el alta más larga durante ese periodo fue de una semana- antes de ser trasladado a Madrid.

La enfermedad que sufre el bebé “le ha conllevado innumerables hipoglucemias que podrían haberle causado mucho daño cerebral y neurológico. Por suerte, nuestro hijo es increíblemente fuerte y, a pesar de tantas hipoglucemias, está neurológicamente perfecto”, detalla su progenitora. Kalel es, tan pequeño, un superhéroe de carne y hueso. Su nombre es el criptoniano de Superman. “Acertamos con el nombre y todo”, bromea su madre tras la odisea que nunca olvidará.

Así comenzó la odisea

La enfermedad que sufre el bebé “le ha conllevado innumerables hipoglucemias que podrían haberle causado mucho daño cerebral y neurológico. Por suerte, nuestro hijo es increíblemente fuerte y, a pesar de tantas hipoglucemias, está neurológicamente perfecto”, detalla su progenitora. Kalel es, tan pequeño, un superhéroe de carne y hueso. "Su nombre es el criptoniano de Superman. Acertamos con el nombre y todo”, bromea su madre con la odisea todavía bien presente.

Hace dos semanas que el Servicio Canario de Salud comunicó a los padres de Kalel que iba a ser trasladado a Madrid. El viernes 7 de mayo por la tarde les dijeron que el 10 sería el viaje. “Ya con la noticia de que nuestro hijo tenía que volar solo en el avión con el equipo médico estábamos bastante afectados, pero lo peor estaba todavía por venir”, recuerda Sophie.

El lunes por la mañana los llamó “el 112 para confirmarnos que en un rato irían a buscar al niño. Nosotros con todo preparado y todo el viaje organizado, empezamos a hacernos a la idea de que nos íbamos a despedir del enano, ya que no lo íbamos a ver más hasta llegar al hospital a Madrid”, relata Sophie. Sin embargo, a los 15 minutos les telefonearon de nuevo para cancelar el vuelo por causas meteorológicas. “Lo perdimos todo: billetes de avión, cita médica para una prueba para el diagnóstico del bebé... todo. Gente pendiente de nosotros en Madrid, gente pendiente de nosotros aquí en Tenerife, en Roma... todos nos quedamos absolutamente tirados, y el más importante, nuestro hijo”, explica Sophie en sus redes sociales.

Tras otra semana de larga espera le confirmaron el traslado del niño el viernes 14 de mayo para el lunes siguiente, día 17. Los padres de Kalel pensaban que ya no tendrían más contratiempos y que “lo peor había pasado”, pero no fue así. Lo organizaron todo de nuevo y el equipo acudió a recoger al niño sobre las 11.45 horas del pasado lunes. Los padres se encontraban en el aeropuerto de Tenerife Norte, desde donde estaba prevista la salida de su avión a las 14.20 horas. A las 13.30 horas “nos llaman del hospital de aquí para decirnos que la avioneta donde viajaba tuvo un problema técnico y tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Lanzarote, y que el niño estaba en el hospital de Lanzarote y que no sabían si podían solventar el problema a lo largo del día y que, de momento, el niño se iba a quedar ahí”, asevera Sophie. El Servicio de Urgencias Canario ha aclarado que en ningún momento se declaró la emergencia tras la avería.

Pensaban que ya no tendrían más contratiempos y que “lo peor había pasado”, pero no fue así

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Ante el percance, el padre tomó el vuelo de Tenerife a Madrid por si se retomaba el viaja con el menor hasta su destino inicial y la madre se quedó en tierra ante la posibilidad de que el niño regresara a Tenerife.

“Tras hacer las llamadas pertinentes y poner las cartas sobre la mesa, conseguimos lo que parecía un avión de sustitución que se suponía que iba a recogerle a las 17.00 horas a Lanzarote para llevarlo a Madrid, pero jamás llegó”, comenta con enfado la madre de Kalel, que se queja de que “la falta de comunicación fue tan grave, que tuve que ponerme en contacto yo con el hospital de Lanzarote para que me confirmaran que mi hijo estaba bien y que, finalmente, el 112 no iba a ir a recoger al bebé a las 17 sino que iba a ir hoy por la mañana [por ayer] porque el avión de sustitución tenía presuntamente problemas de operatividad. También tuve que contactar con el hospital de Madrid para avisarles de lo ocurrido para que no lo esperaran recibir hoy y, efectivamente, no sabían nada”.

Sophie ha querido contar lo que ha ocurrido con la evacuación de su niño, “un paciente que requiere de cuidados constantes y una cura lo antes posible”, para que “nadie pase por lo que estamos pasando nosotros como padres, teniendo que aguantar este tipo de negligencias y falta de organización”. Desea que “nunca más vuelva a ocurrir algo así”.

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