El Juzgado de lo Penal número 2 de Cáceres ha condenado a dos años de prisión a una mujer por golpear a su marido con el mango de un martillo al descubrir que éste le estaba siendo infiel con otra mujer, con la que alternaba periodos de convivencia que ocultaba a la acusada alegando motivos de trabajo.

Asimismo, la sentencia, recogida por Europa Press, establece que la condenada tendrá prohibido acercarse y comunicarse con su marido por cualquier medio por un tiempo de cinco años.

Por otra parte, también ha sido condenada por un delito leve de lesiones a la mujer con que alternaba convivencia su marido a un mes y quince días de multa, con una cuota diaria de siete euros, por el daño causado, ya que le produjo arañazos, así como a indemnizarla con 64 euros por los días de perjuicio básico.

La sentencia, que no es firme, considera hechos probados que la acusada estaba casada desde hace años con su marido, con quien convivía en la localidad cacereña de Valverde del Fresno.

Su marido inició en fecha no determinada una relación extramatrimonial con otra mujer, llegando a alternar periodos de

convivencia con esta última en el domicilio de ella en la localidad de Zarza la Mayor (Cáceres).

Esta relación era ocultada a la acusada bajo la apariencia de que tenía que desplazarse y vivir en ocasiones por razones de trabajo en Plasencia aunque, no obstante, en el año 2020 la acusada comenzó a sospechar la realidad.

Así el día 14 de julio de 2020 sobre las 14.00 horas, la acusada acudió con unos amigos a la localidad de Zarza la Mayor, dado que tenía la sospecha de que su marido se encontraba en dicha localidad con otra mujer, encontrando el vehículo común a la puerta de una vivienda de dicho municipio.

De este modo, al comprobar por esta localización el engaño que sufría, la acusada, tras llamar a la vivienda y abrirle la mujer, se "alteró profundamente por los celos que sufría" y se acercó y la agredió con las manos, causándole unos arañazos, huyendo ésta de la casa.

A continuación, la acusada comenzó una discusión con su marido, cogió el mango de un martillo y con el mismo le golpeó repetidamente en diversas partes del cuerpo hasta ser sujetada por otras personas.

A consecuencia de los golpes sufridos resultó con herido policontusiones, con heridas contusas craneales, contusión ocular derecha con edema de Berlín y uveítis anterior aguda y contusiones con hematomas en región supraclavicular derecha y en hemiabdomen izquierdo.

Por dichas heridas requirió tratamiento médico-quirúrgico con exploración inicial, pruebas complementarias radiográficas, TC cerebral, cura y sutura de una de las heridas de cuero cabelludo, exploración oftalmológica, prescripción de antibióticos, analgésicos, colirio antinflamatorio y colirio ciclopléjico.

El varón ha seguido controles oftalmológicos cursando alta médica el 13 de octubre. De las heridas ha sanado en 91 días de los que 10 días han sido de perjuicio moderado y el resto de perjuicio básico. Asimismo, como secuela por la herida del ojo permanece pérdida de la agudeza visual que se ha valorado en siete puntos.

Por su parte, la mujer resultó con erosiones por arañazos en brazo izquierdo de las que curó tras una primera asistencia facultativa de limpieza y cura en dos días de perjuicio básico.