El juicio a la conocida como manada de Callosa d'en Sarrià (Alicante) por la violación grupal a una joven ha centrado su segunda jornada en la declaración de la víctima, aunque las preguntas de las partes se han basado en el consumo de alcohol y drogas de los cuatro acusados la noche de los hechos, en la Nochevieja de 2018, para evitar que la chica tuviera que volver a enfrentarse al relato de lo sucedido.

La víctima ha declarado desconocer si los acusados la drogaron para posteriormente violarla, según ha indicado el letrado de la acusación particular, Francisco González, en declaraciones a los medios tras la finalización de la segunda sesión en la Audiencia Provincial de Alicante.

La acusación particular ha agradecido la labor de la Sección Segunda al considerar que ha sido "muy condescendiente y empática" con la joven, que se mostraba favorable a alcanzar un acuerdo de conformidad con la defensa de los acusados para evitar revivir todo lo sucedido en el juicio, pero que no se pudo lograr por la oposición de Fiscalía, que reclama más años de prisión para todos los procesados.

El ministerio público pide provisionalmente entre 48 y 52 años de prisión para los acusados mientras que acusación particular y defensas se mostraban conformes con el cumplimiento de 15 y 18 años de cárcel. Los cuatro jóvenes, acusados de varios delitos de agresión sexual y descubrimiento y revelación de secretos, admitieron la violación este martes si bien alegaban que lo hicieron bajo el consumo de "cantidades notables" de alcohol y drogas.

Y en este extremo se ha centrado la sesión, que como todo el juicio se celebra a puerta cerrada, en las preguntas a la víctima sobre este consumo por parte de los acusados, de entre 19 y 24 años.

Sobre si los acusados drogaron a la joven durante la fiesta, el abogado que la representa ha señalado: "Ella no puede afirmar algo que ignora; si se la dieron como se sospecha sin su consentimiento, no hay evidencia biológica, por lo que no se puede saber algo que se ignora". Igualmente, se ha manifestado durante la sesión que todos estaban en una fiesta de fin de año que se extendió hasta la mañana del día siguiente y ella "estaba de fiesta como el resto".

Testigos

Durante la sesión también han declarado los policías locales que procedieron a la declaración 'in situ' de los acusados junto con los guardias civiles que procedieron luego a la toma de declaración en el cuartel de la Vila Joiosa.

También figuraban como testigos la madre de uno de los acusados que denunció los hechos, junto con la hermana. No obstante, se han acogido a su derecho a no declarar en contra de su familiar.

Previsiblemente, la acusación particular presentará en la última sesión una modificación de sus conclusiones en las que pedirá entre 14 y 18 años para el grupo una vez han reconocido los hechos y se ha probado que consumieron alcohol y drogas en cantidades "importantes".

"No es que no sepan lo que sucedió, lo que sucedió es que la capacidad de autocontrol que uno tiene cuando está bajo el efecto del alcohol y de las drogas, además en grandes cantidades como se ha visto, pues obviamente es menor y eso tiene una incidencia en la pena", ha explicado.

Por otro lado, las defensas también buscarán una rebaja de las penas en aplicación de las atenuantes de reparación del daño tras haber depositado la indemnización de 60.000 euros, consumo de alcohol y drogas y reconocimiento de los hechos.

El abogado de la acusación particular espera que Fiscalía, "como defensores de la legalidad", tome en consideración la prueba que se ha practicado en la sesión. "Por parte de esta acusación se intentará mantener la palabra de la fase prejudicial y nos gustaría que, por honrar ese acuerdo del que en su día la Fiscalía se desvinculó, recapaciten y se establezca como acusación las penas que en su día se pactaron", ha dicho González.