Era famosa por sus fotos en Instagram y ahora es noticia por precipitarse al vacío al tratar de inmortalizar la hazaña. Sofia Cheung, una conocida influencer originaria de Hong Kong, murió el pasado sábado mientras trataba de hacerse un selfi al borde de una cascada.

Cheung, de 32 años y con casi 17.000 seguidores en Instagram, disfrutaba de un día al aire libre junto a tres amigos en el parque Ha Pak Lai, un espacio natural cerca de la ciudad de Yuen Long. La bloguera decidió hacerse unas fotos en el borde de una cascada llamada Pineapple Mountain, un lugar muy pintoresco y popular entre los turistas al atardecer. Al parecer, tras una mala maniobra, la joven perdió el equilibrio y cayó al vacío desde unos cinco metros de altura, impactando contra el agua. Sus amigos llamaron a los servicios de emergencia y los socorristas llegaron rápidamente al lugar. La joven fue trasladada a un hospital de Hong Kong, donde solo pudieron certificar su muerte poco después de su ingreso.

Fama de temeraria

Sofía tenía la reputación de ser una temeraria y colgaba fotos de sus arriesgadas aventuras escalando acantilados y cimas de montañas en Instagram. Sus pasiones eran el senderismo, el kayak, la exploración, las actividades al aire libre y la fotografía. «La vida debería ser divertida, no tonta», era su filosofía.

El deseo de hacerse el selfi más extremo ha llevado hasta la tumba a muchos intrépidos fotógrafos en los últimos años. Según un estudio global realizado por investigadores de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos y publicado en 2018, un total de 259 personas perdieron la vida mientras se fotografiaban en diferentes escenarios y situaciones entre 2011 y 2017. La media de edad de las víctimas fue de 22 años, y el 50% tenía entre 20 y 29 años, y el 36%, entre 10 y 19 años. India tiene el récord de muertes por selfis peligrosos.

La mayoría de autorretratos fatídicos ocurrieron en cumbres, rascacielos, lagos y con algún medio de transporte de por medio, también en balcones y azoteas. El ahogamiento, la caída, el fuego y el atropello son los mayores accidentes, seguidos de electrocución o ataques de animales