Johannes, de 21 años, uno de los acusados ya exonerados, dijo, asistido por la traductora Margarita De Mingo, que no se podía creer lo que ha pasado, que haya acabado. Han sido un año y siete meses muy largos. No se lo puede creer, reiteró. “No he podido ir a la universidad ni trabajar. He perdido todo, lo más importante, sobre todo los estudios. No puedo evitar pensar que lo que ha pasado es porque vengo de un país pobre (Afganistán), que, si hubiera sido una persona española, quizás no habría sido igual”. 

El joven hizo estas declaraciones en la puerta del despacho de su abogado, después de que ayer se conociese, tal y como contó la Opinión de Murcia, que la Audiencia Provincial ha archivado provisionalmente la causa por violación que se seguía contra él y sus dos amigos, tras ser denunciados por tres hermanas estadounidenses. El caso se prolongó en el tiempo desde enero de 2020, entre otras razones porque los forenses apreciaron lesiones en las chicas. Sin embargo, la Audiencia Provincial, al dar carpetazo al asunto, asevera que las lesiones que tenían las americanas en sus genitales "son compatibles con actos de placer sexual".

Sentenció el joven Johannes, en su intervención de hoy, que él vino a Murcia de vacaciones dos semanas y, cuando se vio encausado, tras ser detenido primero y puesto en libertad con cargos después por la agresión sexualno tenía dinero. Y que, si no hubiese sido por la Iglesia, que le ayudó, no habría sabido qué hacer. “Hasta que no tenga el pasaporte en la mano no me podré creer que esto se ha acabado. Estoy realmente mal”, hizo hincapié el afgano. Mientras hablaba, con lágrimas en los ojos, sus compañeros, Mohammad y Sayed, escuchaban en silencio, unos pasos detrás de él.

“He intentado quitarme la vida más de una vez, me da miedo confiar en las mujeres después de esto que ha pasado”. Insiste en que, con las chicas, él fue “un caballero” que les llevó las maletas y no se explica por qué ellas hicieron eso. Preguntado por si llegó a perder la esperanza, contestó que “constantemente”. “Estoy en shock, no me lo puedo creer”, precisó el chico. 

Tomaba la palabra Mohammad al concluir su amigo. Reiteró que ellos son inocentes y también dijo que está en shock y cuenta con ayuda psicológica.

Por su parte, el abogado de los afganos, Melecio Castaño, dijo que la situación tendría que haber acabado antes. “Estamos muy contentos por el resultado, si bien es cierto que una parte frena la posibilidad de deducir testimonio por el presunto delito de denuncia falsa por parte de las denunciantes”, aunque no descarta meterle a las hermanas una querella por eso. Castaño insiste en que la denuncia es “falsa, pero falsa”. “Yo entiendo que estas chicas conocen a estos chicos en el pub, se divierten, terminan acostándose con ellos y el tema se les va de las manospractican sexo sin protección, dos veces, lo hablan entre ellas... La manera más sencilla era fingir que iban a la estación de autobuses, ponemos una denuncia y nos marchamos. Dejar atrás lo que para ellas era un problema”. El letrado dijo de Johannes que “ha estado desterrado” y que está en tratamiento psiquiátrico. “Está deseando coger su vuelo y volver a donde salió”.

“A lo mejor los chicos lo que quieren es calma y vida nueva”, apuntó, preguntado por si van a denunciar a las chicas por denuncia falsa. Por eso “parece difícil que tomemos esa decisión, aunque no lo descartamos”.