Los cuatro portugueses acusados de violar en manada a dos mujeres de 22 años en una pensión de Gijón la madrugada del viernes al sábado declararon que las relaciones sexuales fueron consentidas. Los detenidos han llegado esta mañana al Palacio de la Justicia de Gijón en furgón policial para someterse al reconocimiento facial por parte de las dos víctimas que ayer no estaban citadas en el número 1 de la plaza del Decano Eduardo Ibaseta, pero que hoy sí se espera su presencia para cumplimentar dicho trámite

Los detenidos pasaron ayer por la tarde a disposición judicial antes de regresar a los calabozos de la comisaría de la Policía Nacional en El Natahoyo, donde permanecen detenidos desde primera hora del sábado. Todos ellos, menores de 30 años, aseguraron que las relaciones fueron consensuadas y negaron haber golpeado a las dos chicas, a las que conocieron por redes sociales y luego en un bar de copas, para someterlas a la supuesta agresión.

Los portugueses prestaron declaración en sede judicial a eso de las dos de la tarde y estuvieron hasta casi las cinco, a pesar de que la previsión es que acudieran a los juzgados solo hoy. La falta del parte de lesiones, la testifical de las víctimas y otros atestados hicieron dictaminar a la jueza sustituta del Juzgado de Instrucción número 5, el que estaba de guardia el fin de semana, la prórroga de su detención otra noche más.

Los hechos acontecidos la madrugada del viernes al sábado han conmocionado a Gijón y Asturias. El suceso tuvo lugar en un alojamiento hotelero en el barrio de El Carmen, a donde condujeron a sus víctimas tras haber concertado una cita por redes sociales en un bar de copas. Fueron detenidos sobre las ocho de la mañana en el número 16 de la calle Pedro Duro, donde pasaban la noche en un piso turístico en la segunda planta, justo delante de un bufete de abogados. Las pesquisas también se centraron en el número 19 de la calle de El Carmen, sede de una conocida pensión turística cuyos dueños están vinculados al piso donde fueron detenidos los portugueses. También son los responsables de un hotel en la plaza Estación de Langreo frente a “el solarón”. La investigación se centró en ese lugar porque allí acudió en mitad de la noche una joven llamando timbre por timbre a todos los pisos buscando a los supuestos agresores.

Irene Díaz, una vecina del número 19 de la calle de El Carmen, fue la primera que abrió la puerta a esta joven. “Ahora, sabiendo lo que pasó me arrepiento porque considero que la traté mal”, explicó la chica, que se limitó a decirle que ella no sabía nada de ningunos portugueses y que dejara de llamar a los timbres porque “no todos los pisos son de la pensión”. El motivo de esta respuesta viene porque los vecinos de este bloque denuncian una tortuosa relación con los dueños de la pensión. “Ahora, sobre todo por el verano, es muy normal que nos piquen por las noches gente de todo tipo y borrachos también. Estamos hartas”, lamentó Díaz. Sobre el encuentro con la chica, la vecina apenas pudo aportar más referencias y ella cree que debía “tratarse de una de las amigas” de las víctimas. “Solo decía que buscaba a unos portugueses, porque se la habían liado muy gorda”, apuntó la mujer, que especuló con la posibilidad de que esta chica se personara en la pensión tras haber sido contactada por las víctimas por Whatsapp.

Los hechos han generado una gran repercusión tanto en Asturias como en Vergara, una localidad guipuzcoana de donde es oriunda una de las víctimas. Esta se encontraba en Gijón en compañía de la otra mujer violentada, que si es vecina de la ciudad, pasando unos días de vacaciones, según informaron fuentes oficiales. Las dos están en tratamiento psicológico y hoy deberán identificar a los agresores, cuya identidad no ha transcendido. Su nacionalidad, eso sí, atrajo cierto interés en el país vecino desde donde se desplazaron varios reporteros.

La supuesta violación en manada ha sido uno de los episodios más trágicos sucedidos en Gijón en las últimas semanas. Para encontrar un caso similar hay que retroceder hasta el 26 de agosto de 2019, cuando Juan Manuel S. D. forzó a una corredora en el parque fluvial de Viesques. Fue condenado recientemente a 14 años. Más cerca en el tiempo, un joven de unos 20 años accedió a un portal en Pumarín y realizó tocamientos íntimos a una mujer antes de escapar a toda velocidad de la zona ante los gritos de la chica.