Perico Bosch Hernández, un médico con inquietudes

Médico de profesión había estudiado toda su carrera en la Universidad Complutense de Madrid. Ya en Las Palmas participó en la inauguración del Insular (el hospital que Federico Díaz Bertrana había querido terminar en siete meses) a cargo de Urgencias y Admisión, donde le tocó vivir una experiencia singular: fue con motivo del accidente en Fuerteventura de los paracaidistas a los que hubo que atender con urgencia en Las Palmas, teniendo Pedro Bosch que parar el tráfico en el tramo inmediato al hospital para que aterrizaran allí los helicópteros. Otra de sus muchas experiencias fue la de la factoría de Ojeda, en el Rincón, y como médico de empresa (había hecho esta oposición en Madrid) fue requerida de urgencia su presencia pues había varios obreros atrapados en el interior del túnel hacia el mar; Pedro Bosch no lo dudó y se metió rápidamente, no importándole el aire viciado, y sacó de allí a aquella gente. Siempre estuvo presto en cuantas ocasiones se requería su intervención.

Pedro Bosch tuvo la idea, fue el promotor, de que había que participar en la vida pública aun cuando fuera dentro del régimen franquista, por el único medio democrático posible en 1973, la presentación de una candidatura por el Tercio Familiar, en la elección de concejales (el alcalde lo designaba el gobernador civil)

Presentamos una candidatura de cuatro concejales, Pedro Bolaños García, el más joven; Diego Cambreleng Roca; Manuel Lezcano, médico de Tafira; y Luis García Correa, de Tamaraceite, quien creó las asociaciones vecinales. Los cuatro aún vivimos, Manolo Lezcano con 96 años. Ganamos con un resultado abrumador, una media de 18.000 votos, mientras que la candidatura del régimen solo obtenía unos 5.000 votos por candidato; cuando estábamos celebrándolo recibimos llamadas insultantes y hasta amenazadoras. Tuvimos más adelante como alcalde a Fernando Ortiz Wiott, mientras para el Cabildo nombraban a Lorenzo Olarte Cullen; esa había sido la táctica del gobernador: que ambos fueran hijos de peninsulares.

Esa participación en las elecciones municipales de 1973, ganando de forma arrolladora la elección de concejales fue una experiencia, creo que única en España, que aún no ha sido suficientemente valorada y realzada. Ahora se debería hacer en memoria de quien fue el promotor e impulsor de aquella iniciativa, Perico Bosch.

A su viuda Mará del Carmen Cambreleng Fuentes, sus hijos María, Humbela, Pedro y Jaime, y a sus nietos, nuestro más sentido pésame y que estén siempre orgullosos de su antecesor Perico Bosch.