Un botellón en el que participaron unas 30 personas en la noche del pasado martes en el aparcamiento de Playa Bastián, en la localidad turística de Costa Teguise (Lanzarote), acabó con la luna delantera de uno de los vehículos patrulla de la Guardia Civil roto.

Efectivos de la Benemérita acudieron en apoyo de la Policía Local de Teguise, cuerpo que intervino para disolver el grupo de jóvenes en cumplimiento de las medidas sanitarias para controlar la pandemia de Covid-19, como el control de reuniones con mayor número de personas que el permitido, el uso de la mascarilla o el mantenimiento de la distancia social.

Fruto de la actuación policial, fueron denunciados más de 20 jóvenes, algunos de ellos menores de edad, y se investiga quién o quiénes causaron los destrozos al coche de la Guardia Civil.

Lanzarote estaba el pasado martes en nivel de alerta sanitaria 2, en el que se permitía la reunión de un máximo de 6 personas no convivientes, número que ha aumentado hasta 10 al bajar la isla desde este viernes al nivel 1.