Droga junto a sus casas y en una propiedad municipal. Vecinos del distrito de Arenales, en Las Palmas de Gran Canaria, denuncian la presencia de un foco de venta y consumo de sustancias ilegales en un solar en la calle Matías Padrón del que es titular el Ayuntamiento, que está libre tras la demolición de dos edificaciones. Una de las afectadas presentó hace un mes dos escritos en distintas Áreas locales y un tercero en la Delegación del Gobierno de Canarias exigiendo medidas, sin que hasta la fecha haya recibido una respuesta. Además, advierten de que la aparición de los primeros ocupas puede retrasar el proyecto de acondicionamiento del espacio libre y de ocio público, previsto desde hace años en la zona.
Una gran lona de la empresa que se encargó del derribo de los edificios dispuesta en la pared exterior oculta lo que ocurre en el interior. Pero no para los residentes, que observar el trasiego a toda hora del día y de la noche.
El recinto ya tiene en su interior una chabola para personas que viven en las calle
Los vecinos de la calle Matías Padrón señalan que personas que viven o consumen droga han derribado la puerta, por lo que ahora pueden entrar y salir sin problemas de este gran solar, que ocupan los números del 47-49 y 51 del citado vial. Dentro se esconde una pequeña infravivienda, junto a la que se empiezan a acumular enseres viejos.
«Solicito que de una vez se de solución a este problema, que solo consiste en tapiar la puerta reventada, y pueda entrar y salir de mi casa sin temor a encontrarme con alguna de estas personas que, como he dicho, cada vez son más y a cualquier hora». Esta es la solicitud formal que presentó hace un mes la vecina del barrio de Arenales, sin una solución hasta la fecha.
En alguna ocasión se han personado policías locales y nacionales, pero solo ha sido un parche, ya que el movimiento de droga y personas continúa. Sobre todo, dicen los afectados, porque el enorme cartel de la empresa especializada que llevó a cabo el derribo de los inmuebles sirve de tapadera para ocultar que la puerta esta rota, y por allí se cuelan muchas personas para entrar en la finca, y permanecer ocultos de miradas indiscretas.
Los escritos fueron registrados en la concejalía de Patrimonio y en la de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento, al igual que en la Delegación del Gobierno, para su Área de seguridad ciudadana y la Policía Nacional.
Los residentes han llegado incluso a rogar a la empresa que ejecutó el derribo que retire la lona para que salga a la luz lo que allí ocurre. Pero tampoco han conseguido su solicitud. En cualquier caso, su deseo es que se termine bloqueando de nuevo la entrada, y que vigilen la zona para evitar este tipo de actividades junto a sus casas.
El terreno se integra en una actuación para la construcción de un parque urbano desde hace años
El Plan General de Ordenación recoge desde hace muchos años la construcción de un parque urbano en la manzana delimitada por Matías Padrón, Carvajal, Suárez Naranjo y Pamochamoso. Para conseguirlo, el Ayuntamiento continúa con el proceso de compra y derribo de los inmuebles afectados.
Los vecinos esperan que sus denuncias sirvan para que se haga en la zona una redada similar a la llevada a cabo a mediados del mes pasado en La Isleta, para poner fin al movimiento de droga y de delincuentes, y que las familias con sus hijos puedan sentirse más seguros sin importar la hora, como es su derecho.
