Aunque la investigación del Servicio de Información de la Guardia Civil y la Audiencia Nacional para tratar de esclarecer el atropello del 17 de septiembre en Torre Pacheco continúa abierta, la hipótesis de que el joven que estrelló el coche contra la terraza sufría un trastorno mental no diagnosticado gana peso, indican fuentes cercanas al caso.

Los investigadores no han encontrado prueba alguna de que Abdellah, vecino de El Jimenado, perteneciese a una organización terrorista. Desde su buhardilla alquilada a un compatriota, el joven no se conectaba con plataformas virtuales de Daesh, como sí hacían, por ejemplo, los cinco yihadistas detenidos hace apenas unas horas en Madrid y BarcelonaEllos sí tenían armas y munición, y presuntamente se preparaban para atentar en España. En el caso del joven Abdellah, sus simpatías hacia el Islam "no lo convierten en un terrorista, y menos con la cantidad de incongruencias que escribe en sus notas", detalla una fuente próxima a la investigación en marcha.

Si no aparecen presuntos colaboradores del sujeto, la causa judicial está abocada al archivo, dado que él está muerto

Cuando los investigadores de la Benemérita registraron a fondo su casa, horas después del suceso, no encontraron material violento ni propaganda yihadista. En el reciente caso de los cinco detenidos en otras provincias, que sí formaban una célula, su peligrosidad era «muy alta», según los expertos de Información. Abdellah, por su parte, no era sospechoso de tener vínculos con la Yihad ni estaba siendo sometido a seguimiento policial alguno.

"El único indicio es lo que escribió", apunta la misma fuente. Se refiere a una de las notas manuscritas que atesoraba el chico, donde ponía textualmente: "Este es un acto terrorista a causa de la injusticia que he sufrido durante catorce años". Lo que ocurre es que, en la misma nota, Abdellah habla de "asesinatos que se han cometido telepáticamente" y concluye con una frase: "Quieren que todo el mundo sea gay".   

El día que el chico estrelló su coche contra una terraza de Roldánmató a un hombre que se encontraba almorzando en el local junto a su esposa. También causó lesiones a varias personas, afortunadamente leves.

Si no aparecen presuntos colaboradores del sujeto, la causa judicial (abierta y en la que se personó la Asociación de Víctimas del Terrorismo) está abocada al archivo, dado que él murió el día de los hechos. Ningún grupo terrorista reivindicó la acción.