Esposado y llevado desde el penal, donde se encuentra en prisión provisional, era conducido a la Ciudad de la Justicia de Murcia el joven que en verano de 2020 cosía a cuchilladas a su padre en un portal de Murcia. Un individuo que este martes dijo que, el día del crimen, "como que salí de mi cuerpo".

El chico, que es inimputable debido a su enfermedad mental, está acusado de un delito de asesinato y dos de amenazas. Por el primero, las partes han acordado que pase máximo 18 años internado; por cada uno de los segundos, un año más. En total, dos décadas encerrado en un psiquiátrico. Es el acuerdo al que han llegado, pese al cual arrancaba este martes la vista oral, en el salón de actos del complejo judicial.

Aquí lo que hay no es un delincuente: es una persona que está gravemente enferma”, subrayó el fiscal en su intervención. Y es que el chico sufre un trastorno mental con sintomatología psicótica desde su infancia, por lo que no es responsable de sus actos.

En su declaración, el joven, que ahora tiene 35 años, habló de que, en su niñez, sufrió acoso escolar y se refirió a los problemas que tuvo con sus padres y hermana.

“Comparando mis síntomas con los de la esquizofrenia, yo no estaba muy de acuerdo”, declara el chico

Contó que llegó a estar yendo al centro de día del Román Alberca, pero que “mi decisión fue dejar la medicación”, ya que “tenía muchos intentos de suicidio” y no le estaba funcionando. “Comparando mis síntomas con los de la esquizofrenia, yo no estaba muy de acuerdo”, confesó ante el tribunal. El fiscal, en su escrito, tiene claro que el joven "por su propia cuenta, se había autodiagnosticado de un trastorno de estrés postraumático debido al desapego con la figura paterna y a determinados episodios de bullying que había padecido en la infancia".

Admitió que llegó a pensar que su padre era “el culpable de todos mis males”. También lamentó que “entonces yo no tenía ningún amigo, los fines de semana eran perjudiciales para mí”, a la vez que con sus progenitores “no había relación, no hablaba con ellos”.

El día que el doctor, hermano del entonces consejero de Salud de la Región, encontró la muerte no eran ni las ocho de la mañana cuando su esposa llamaba al 112 para alertar de que el hombre yacía muerto, cosido a puñaladas, en el portal del inmueble, en la calle Infanta Cristina de la capital murciana. Al lugar se movilizaba una ambulancia, cuyos sanitarios solo podían certificar el deceso.

"Yo amenazaba mucho a los vecinos y a mis propios padres. Decía: 'Te corto el cuello'"

Al sospechoso se le detuvo poco después en Hellín. Él mismo llamó a Emergencias para decir que creía que había matado a su progenitor, pero que no estaba seguro, explicaron entonces fuentes policiales. La llamada se produjo desde la zona del pantano del Talave, en la provincia de Albacete, donde el chico había conducido en su propio coche tras perpetrar el crimen. "Dejé la bolsa en el suelo, me dirigí hace ellos y obedecí a sus órdenes de detención", contó este martes, sobre el momento de su arresto.

"Perdí el sentido de la realidad"

Preguntado por el día de los hechos, el joven, muy sereno, dijo que "por aquel entonces, yo amenazaba mucho a los vecinos y a mis propios padres. Decía: 'te corto el cuello'. El ruido de los vecinos me ponía en estado de alerta, no era normal". "Me vi contra la espada y la pared y, al verme acorralado, ya perdí el sentido de la realidad", manifestó.

"No vi otra salida más que matar a mi padre. Yo sabía que eso era un mal para todos, que iría a la cárcel. Estaba en un estado de tal agresividad que creía que incluso iba a agredir a alguien". "¿A cualquiera que pasara por la calle?", le preguntó el fiscal. "Correcto", remarcó el joven.

"Cuando estaba malherido, yo cogí el cuchillo y lo apuñalé varias veces"

El día del crimen "él bajó las escaleras, me preguntó qué hacía ahí, yo como que salí de mi cuerpo y fue directamente a él con los triángulos: empecé a atacarle, él empezó a gritar e intentó defenderse". "Cuando estaba malherido, yo cogí el cuchillo y lo apuñalé varias veces", contó, para añadir que "yo en aquel momento era una explosión de rabia". "Fue muy duro, yo veía mucha sangre y a mi padre cayendo, pero estaba tan lleno de ira que me iba a ir, pero volví y le pegué una patada".

Lo que dice la Fiscalía

Apunta la Fiscalía que "en esencia, el acusado padece un severo cuadro de enfermedad mental, con un diagnóstico complejo que se sitúa entre la esquizofrenia paranoide, el trastorno esquizoafectivo, el trastorno de personalidad y, en progresión de todo lo anterior, un síndrome de Transformación Persistente de la Personalidad tras enfermedad psiquiátrica. Tal cuadro debutó con los primeros síntomas a los 11 años, continuó después en la adolescencia y en la edad adulta y está caracterizado, además de por los síntomas generales de la enfermedad, por la aparición de crisis nocturnas, entre la despersonalización, la angustia y lo psicótico, por la nula conciencia de enfermedad y por una clínica delirante con ideas de referencia y perjuicio, con rasgos esquizoides y narcisistas por la no aceptación de las limitaciones de la enfermedad".

"Como consecuencia de ello rechazaba de modo frontal y absoluto las terapias farmacológicas y de apoyo psicológico de toda índole que le sugerían los médicos que le han tratado y, cuando realizaba alguna de ellas porque le parecía novedosa, atractiva o esperanzadora, terminaba abandonándola porque no le daba los resultados que esperaba. El acusado estaba persuadido de que sus padres y hermana, médicos los tres, influían y predisponían a los profesionales que le trataban, y se interponían en la terapia que, en su opinión, le venía bien, para que no pudiera ser feliz", indica el Ministerio Público.

"Estoy mucho mejor"

"Tenía la suposición de que había muchas posibilidades de que muriera: las heridas lógicamente eran graves", rememoró el joven, sobre el momento en que abandonó en el portal a su progenitor, malherido y ensangrentado.

"Estoy mucho mejor ahora: estoy medicado con antidepresivos y ansiolíticos. Ahora ya estoy estable, dentro de mi bienestar, actúo de otra forma", detalló el chico, que se halla ingresado en el módulo de Enfermería del penal de Sangonera. El fiscal le comentó que lo ve equilibrado y él dijo que sí. "No sabes lo que me alegro", celebró el representante del Ministerio Público.