El ticket de un kebab puede ser clave para dar con los responsables del vuelco de droga sangriento de Molina de Segura, indican fuentes cercanas al caso. El Grupo de Homicidios y Atracos de la Policía Nacional mantiene abierta la investigación de un suceso, a primeros de mes, en el que se mezclan tiros, marihuana y una casa llena de sangre cuyos moradores habituales se han esfumado.

El recibo, de un establecimiento de Torrevieja, estaba en el interior de uno de los dos coches que había en la puerta de la vivienda donde la Policía acudió tras el aviso de un tiroteo. Además del ticket, en el mismo automóvil había un chaleco antibalas. Los investigadores esperan que fecha del papel permite revisar las cámaras de seguridad del local y ver si en las mismas aparece el coche de los sospechosos, y ellos mismos.

Fuentes próximas a la investigación apuntaron que se trabaja con la hipótesis de que se trata de una banda de delincuentes profesionales.

En cuanto a los vehículos, el robo de uno de ellos, con matrícula española, se denunció al día siguiente del episodio. El otro turismo estaba matriculado en el extranjero.

El día del suceso

Los hechos tuvieron lugar en la zona de La Albarda, muy cercana a la población de El Fenazar. Tras recibir un aviso de que se estaba produciendo un tiroteo, (después de que vecinos de la zona apuntasen que estaban escuchando disparos), al lugar se movilizaron agentes tanto de la Policía Local como de la Nacional, que, al llegar, encontraron una casa enteramente revuelta. «Estaba llena de sangre», aseguran fuentes próximas al caso. Tanto, que los investigadores llegaron a pensar que podría haber una persona malherida. Incluso fallecida. No obstante, no había cadáver.

Además de la sangre, en el interior del lugar había dinero en metálico (en moneda extranjera), munición y plantas de marihuana. Las mismas fuentes apuntan que en el lugar residían unas personas, conocidas de los Cuerpos de Seguridad, sospechosas de trapichear con estupefacientes, a las cuales se les ha perdido la pista, y cuya localización es clave para determinar qué pasó.

La gran mayoría de los vuelcos (los robos de droga entre narcos) solo llegan a la Policía cuando se produce un acto violento de por medio y alguien necesita asistencia sanitaria urgente. Si no, las propias víctimas silencian lo vivido: de lo contrario, tendrían que reconocer, al poner la correspondiente denuncia, que ellos estaban traficando con sustancias.