Un agente de la Policía Nacional se infiltró en canales de Telegram frecuentados por extremistas islámicos y aspirantes a terroristas. Se hizo pasar por uno de ellos, mostró su disposición a cometer atentados y ellos le ofrecieron un certificado falso de vacunación contra el coronavirus con el que poder moverse libremente por Francia y también por España.

Así arrancó la operación Jenner, bautizada en honor de Edward Jenner, el científico que descubrió la vacuna contra la viruela, y que ha destapado una trama en la que 1.600 personas figuran como vacunadas sin haberlo sido en realidad, según ha podido saber CASO ABIERTO.

El agente encubierto, integrante de la Brigada de Información de la Policía en Madrid, advirtió a sus superiores y éstos al juez, que autorizó seguir con las pesquisas. Los yihadistas seguidores de Bin Laden y el ISIS, de nacionalidad francesa y orígenes africanos, le ofrecieron cobrarle 250 euros por cada pasaporte covid o certificado de vacunación que le consiguieran. Incluso le enviaron uno de prueba, como una garantía. Los investigadores comprobaron que era auténtico y que ese agente infiltrado, con nombre operativo, había sido dado de alta en el registro nacional de salud, donde figuran todas las personas vacunadas.

Antivacunas en Barcelona

Los policías identificaron entonces a una de las participantes en ese canal de Telegram. Se trata de una mujer latinoamericana afincada en Sitges (Barcelona) y activa militante antivacunas. La mujer, según descubrió la policía, se hizo con dos pasaportes covid, uno para ella y otro para un familiar. Fue detenida y se le tomó declaración como investigada. En su declaración, apuntó a un hombre, de Madrid, también negacionista del covid, como quien le había dado el contacto. El hombre fue también detenido y confesó parte de la trama, facilitó incluso las cuentas de bizum o de bitcoins donde se podía hacer el pago.

Los certificados y pasaportes no eran falsos, eran reales, iguales a los que recibe cualquier persona que se ha vacunado. Alguien con acceso al registro nacional de vacunación tenía que estar colaborando en la trama para incluir como vacunados a los clientes de la red. Los agentes calculan que unas 1.600 personas podrían haber pagado por conseguir ese certificado. Todas ellas fueron incluidas como personas vacunadas utilizando la contraseña personal de una enfermera que trabaja en el Hospital de La Paz, en Madrid.

En el hospital Zendal

La policía contó con la colaboración de la Dirección General de Salud de la Comunidad de Madrid. Los datos informáticos y los códigos revelaron que la mayoría de los implicados figuran como vacunados en el hospital Zendal, pero esa enfermera solo había acudido allí una jornada, luego ella no podía haber vacunado a todas esas personas.

La sanitaria ya ha prestado declaración ante la policía. Asegura que ella no realizó esas inscripciones falsas y que alguien tuvo que usar sus claves de ordenador para acceder al registro de vacunación e incluir a esos 1.600 ciudadanos. Los investigadores intentan ahora comprobar su historia y averiguar quién pudo utilizar sus claves de ordenador.

Cada una de esas 1.600 personas recibió su código como si hubiera sido vacunado, según los investigadores. En los archivos del registro sanitario constan esos códigos con la fecha y la hora donde supuestamente recibieron las dosis de la vacuna. La mayoría, dos veces; algunos también la tercera dosis de refuerzo. El problema es que la enfermera que los habría vacunado no estaba allí.

Clientes vips

La trama descubierta en la operación Jenner tenía dos tarifas diferentes, según las pesquisas. De un lado, los clientes "vips" o pijos, como un empresario, un piloto de avión y varios personajes del mundo del espectáculo, pagaban mil euros por conseguir el certificado de vacunación y el pasaporte covid. En la lista aparecen hombres y mujeres "transversales, de izquierdas y derechas", pero no hay políticos ni futbolistas, según ha sabido este canal.

Por otro lado, otro grupo de clientes, algunos vinculados con el mundo de la delincuencia, pagaban una tarifa mucho más asequible, unos 250 euros, por ser incluidos en el registro de vacunados. Entre ese grupo estaría un conocido alunicero (atracador de joyerías y tiendas empotrando coches contra los escaparates) madrileño, otro hombre con antecedentes por un homicidio y la bautizada como reina de la coca, una mujer conocida como "La Tetas", vinculada al grupo de Los Miami y en libertad provisional a la espera de juicio por tráfico de drogas y blanqueo de dinero. Esa tarifa más barata sería, según fuentes de la investigación, la que también habría pagado el cantante Omar Montes.

Montes negó desde Estados Unidos formar parte de esa trama e insistió en que está vacunado. La policía, según ha podido saber CASO ABIERTO, tomará declaración al artista en calidad de investigado en cuanto regrese a España.