Atrio ha conseguido una indemnización por el robo de las 45 botellas de su bodega. Tras cinco meses de negociaciones entre los peritos del restaurante con dos estrellas Michelin y la aseguradora, se ha llegado a un acuerdo en cuanto a la cantidad a cobrar. Tal y como ha confirmado el gerente del restaurante con dos estrellas Michelin, José Polo, ha firmado un acuerdo de confidencialidad con la compañía de seguros para no revelar su nombre ni la cantidad que ha recibido.

La correduría de seguros que ha gestionado todo el proceso ha sido Sánchez Castañón SL, procedente de Zafra y miembro del grupo Cojebro y que Atrio tiene contratada desde hace más de una década. Con el dinero recibido, tal y como ha confirmado José Polo, Atrio invertirá ahora en más seguridad en el edificio, para prevenir precisamente volver a sufrir un asalto de estas características. Entre otros asuntos han incorporado más alarmas en el edificio, con el objetivo de blindarlo al máximo posible. Ahora estudiarán qué otras acciones tomar para proteger aún más el hotel, un Relais&Chateaux de cinco estrellas.

Al margen de que se haya conseguido cobrar esta indemnización, la investigación policial continúa abierta, a pesar de que, después de cinco meses, no se ha avanzado nada. No se ha conseguido identificar a los autores ni seguir el rastro de ninguna de las botellas robadas: “45 joyas”, como las define José Polo. Realmente no se ha llegado nunca a cuantificar el valor de los vinos desaparecidos, pero podría superar el millón de euros. En concreto se llevaron uno de los ejemplares más icónicos de la colección, un Château d’Yquem de 1806 valorado en 310.000 euros (botella única en el mercado), además de otras tantas de Romanée Conti, con un precio estimado de 12.000 euros. Desde Atrio las dan por perdidas.

“Ha sido un robo de guante blanco, limpio”, afirma José Polo. Él siempre ha tenido claro que se trataba de un robo por encargo. Sabían a lo que iban. “No nos dimos cuenta hasta ocho horas después y se han llevado justo lo que no hay en el mercado”, asegura. Y está convencido de que los ladrones habían sido contratados por una tercera persona que les compró después las botellas.

El acuerdo con la compañía de seguros se alcanza ante la casi certeza de que las botellas no van a aparecer. A pesar de que la investigación por parte de la Policía Nacional continúa.

José Polo y Toño Pérez, propietarios del restaurante más laureado de la región, lo que quieren ahora es pasar página. El dinero recibido les servirá, además de para mejorar en seguridad, para adquirir otras botellas que incluirán a la carta de su bodega, para que siga siendo “una de las mejores del mundo”.