El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha condenado a la Consejería de Sanidad de la región a indemnizar con 50.000 euros a una cirujana por una negligencia médica, después de que extirparon un hueso, sin su permiso, en el Hospital Universitario de Burgos, donde ella misma trabajaba.

Fue la asociación El Defensor del Paciente, que trabaja para víctimas de negligencias sanitarias y que da cobertura nacional desde 1997, la que representó a la denunciante por esta intervención, realizada en julio de 2017, cuando la paciente tenía 60 años, y que ha facilitado el fallo.

La mujer fue diagnosticada de artrosis trapecio metacarpiana derecha y lesión nodular subcutánea, por lo que se indicó como tratamiento una intervención quirúrgica consistente en la extirpación del ganglio y del osteofito que tiene en la base del trapecio derecho.

La operación que se llevó a cabo fue diferente a la prevista e indicada, ya que se extirpó el segundo hueso metacarpiano, que no era objeto de la intervención. Además, se lesionó el nervio mediano y el tendón flexor radial del carpo, con lo que se lesionó un hueso que no estaba dañado.

De hecho, la paciente tuvo que volver a pasar por el quirófano para mitigar los daños causados de la primera intervención el día 14 de abril de 2018. Esta vez fue intervenida en la sanidad privada y, a pesar del éxito de esta segunda operación, continúa sufriendo secuelas y daños graves irreversibles en la mano derecha.

NEGLIGENCIA MÉDICA: LA MUJER QUEDÓ CON LIMITACIONES PARA TRABAJAR

La paciente, como consecuencia del erróneo proceso, se ve condenada a limitar su actividad laboral a pasar consulta, pues no puede realizar cirugías, que fue su vocación desde que comenzó su carrera profesional.

La sentencia establece que “ha habido infracción de la lex artis desde el momento en que la intervención quirúrgica realmente realizada a la recurrente no fue la propuesta y a la que prestó su consentimiento, no se ha justificado su procedencia y, además, ni siquiera se hizo constar debidamente en el informe del alta del Servicio de Cirugía Plástica qué era lo realmente efectuado, habiendo sido con posterioridad cuando se descubrieron esos hechos”.