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Acusación

Piden cuatro años de cárcel para el policía que mató a un preso fugado en Cáceres

El interno falleció a causa del impacto de la bala tras una persecución en marzo de 2018 | Fiscalía y la defensa del agente piden que se archive la causa y la acusación particular, que se le condene por homicidio imprudente

Los sanitarios atienden al preso fugado tras haber sido abatido por la Policía, en marzo de 2018. FRANCIS VILLEGAS

Piden cuatro años de cárcel para el policía que disparó mortalmente a un preso fugado hace cuatro años en Cáceres. Será el próximo 7 de julio, tal y como confirman fuentes judiciales a este diario, cuando está previsto que arranque la vista en la Audiencia Provincial, fecha en la que el juez ha convocado a las partes para conocer si hay acuerdo previo.

En la causa comparece como imputado el agente del cuerpo nacional de policía. Para él, tanto fiscalía como la defensa, reclaman el archivo de la causa y su absolución, no obstante, la acusación particular ejercida por la familia del interno fallecido piden que se le condene por homicidio imprudente. Además de la pena de prisión, familia pide también su inhabilitación por tiempo de seis años para el ejercicio de su cargo y una indemnización de 240.000 euros, 90.000 euros para su madre, 90.000 para su padre, 45.000 euros para su hermano y 15.000 para su pareja.

Sigue su proceso en tribunales un caso que se remonta a marzo de 2018. El preso, Hernando Jean Paul Sierra Quintero, entonces con 24 años, acudió al Palacio de Justicia para comparecer en un juicio desde la prisión. Iba escoltado por agentes pero no iba esposado porque llevaba muletas. En un momento, soltó las muletas y emprendió la huida desde los juzgados hasta la Sierra de la Mosca.

Un macrooperativo de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local se desplegó en la zona de Vistahermosa para localizarlo y horas después, en circunstancias aún por determinar, el interno recibió un disparo de un agente en el tórax y falleció tiempo más tarde a causa del impacto de la bala.

Tras lo sucedido, el subdelegado del Gobierno entonces, José Carlos Bote, puso de manifiesto de forma pública que el preso estaba catalogado como «extremadamente peligroso» y que para localizarlo se articuló un dispositivo «especial». También aseguró que se investigaba si pertenecía a una banda de atracadores de joyerías a la que pertenecían otros miembros que fueron detenidos meses antes.

En relación a su muerte, no pudo concretar si el preso iba armado pero aseguró que hubo un tiroteo y que los agentes hicieron varios disparos, según especuló, “de advertencia”.

Antes de que comience la vista, está previsto también que se concentren en la puerta de los juzgados familiares y conocidos del policía en señal de apoyo, siempre y cuando desde el gobierno central se autorice la petición que ha formulado la esposa del acusado.

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