Un estudiante de 22 años procedente de Reino Unido ha muerto mientras desembarcaba de un helicóptero en Atenas. El chico salió de la aeronave para hacerse un selfie de recuerdo pero se acercó demasiado a la hélice trasera del helicóptero. Así, lo que parecía que iban a ser unas vacaciones inolvidables se han convertido en una tragedia para este joven inglés, originario de Kent, que también viajó a Grecia acompañado de sus padres.

Según una primera reconstrucción de los hechos, el helicóptero, un Bell 407 de Superior Air (empresa que alquila aeronaves de lujo), aterrizó en el helipuerto de Ática, a 40 kilómetros de Atenas. El joven, que era estudiante de Oxford, abrió la puerta del helicóptero, probablemente para hacerse un selfie, y salió de la aeronave, pero las palas de la cola del vehículo, que todavía estaban en funcionamiento, lo decapitaron. 

"Murió al instante, ya que fue golpeado en la cabeza por el pequeño rotor trasero de la aeronave", ha dicho un alto funcionario de la policía al 'Times' de Londres: "No había ninguna posibilidad de que sobreviviera, su muerte fue instantánea", ha añadido.

Se han abierto diversas investigaciones y el piloto de la aeronave está acusado de homicidio involuntario por permitir que el joven bajara del helicóptero antes de que estuviera completamente apagado. "Las palas seguían funcionando cuando desembarcó el joven y nuestra investigación se centra especialmente en una posible negligencia. Deberían haber estado paradas cuando el joven salió del avión", cuenta una fuente policial griega al 'Daily Mirror'.

Una educación de élite

'The Guardian' informa de que, junto con el piloto, otros dos tripulantes de tierra también han sido acusados por la policía. 

El joven, de 22 años, que antes de matricularse en Oxford había asistido a un exclusivo colegio, el Sutton Valence de Maidstone, fundado en 1576.