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Especies protegidas

Preocupación en el Pirineo por los recientes ataques de osos al ganado

"El problema seguirá cuando termine el verano", afirma un ganadero de Siresa

Una de las ovejas que cayó en las garras de la osa 'Claverina' en los puertos entre Hecho y Ansó. Domingo Laplaza

La preocupación se ha adueñado de los ganaderos de los valles occidentales del Pirineo aragonés. En los últimos días, Claverina, una osa originaria de Eslovenia que se soltó en la vertiente francesa en 2019 dentro de la política de repoblación del Gobierno galo, ha vuelto a atacar a rebaños de ovejas, pero esta vez en el lado español de la cordillera.

La incursión del plantígrado se produjo a finales del pasado mes de agosto, en la zona comprendida entre la Reclusa y el puerto de Alano, a 1.800 metros de actitud. Su objetivo fue un gran rebaño, propiedad de cuatro ganaderos, que pasta en esa parte y que sufrió la baja de seis ovejas y de una cabra.

"Eso es lo que se aprecia a simple vista, pero en realidad las pérdidas son mucho más elevadas", lamenta Domingo Laplaza, ganadero del pueblo de Siresa, cerca de Hecho.

"Las pérdidas son enormes"

"Entre las ovejas y las cabras que se han extraviado huyendo de la osa, más las que han abortado, lo cierto es que los daños son enormes", subraya el pastor montañés.

Esta vez, ante las pruebas recogidas en el lugar del ataque (pelos y huellas de la osa que los guardas forestales han podido ver y apreciar), el Gobierno de Aragón ha reconocido que el oso está detrás del suceso.

Eso significa que los rebaños que recorren los puertos del noroeste de la provincia de Huesca están expuestos a las temibles irrupciones de Claverina, si bien la DGA no especifica de qué ejemplar se trata.

Una osa, por cierto, que ya cuenta con un amplio historial de ataques en la cercana Comunidad de Navarra. "Lo peor de todo es que, cuando termine el verano, el problema seguirá existiendo", denuncia Laplaza.

"Para nosotros no es una situación nueva, ya hace varios años que los osos matan a nuestro ganado, que pasta en las montañas", continúa el ganadero.

El reconocimiento del hecho por parte de las autoridades autonómicas podría abrir el camino para conseguir indemnizaciones oficiales que compensen de tanto daño. Pero Laplaza no está seguro de que finalmente los perjudicados lleguen a cobrar. "Hasta ahora no hemos cobrado nunca", dice.

"Para nosotros no es una situación nueva, ya hace años que sufrimos ataques de los osos"

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Decididos a repoblar a toda costa

Un problema añadido es que los lugares donde se registran los ataques están a gran distancia de los núcleos habitados más próximos: Hecho, Ansó y Siresa. A menudo, cuando los propietarios de las ovejas llegan a los pastos, se encuentran con que ya es tarde para actuar porque ni siquiera los mastines han podido ahuyentar al plantígrado

Ante este estado de cosas, el enfado crece entre los ganaderos del Pirineo aragonés, que en más de una ocasión se han manifestado para pedir indemnizaciones que compensen por las pérdidas y les permitan seguir ejerciendo su actividad.

En este sentido, la postura de los habitantes de las comarcas del norte de Huesca es compartida por quienes viven al otro lado de la frontera, donde la política de reintroducción del oso con especies traídas de la Europa del Este se ha topado con una férrea oposición por parte de los ganaderos. Una postura que no ha servido de nada ante la determinación del poder político en París de repoblar de plantígrados el Pirineo a toda costa. 

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