La mujer que secuestró al recién nacido en Bilbao el pasado jueves ha ingresado en el hospital de Basurto. Según ha podido saber Deia, la mujer que se hizo pasar por sanitaria para raptar al bebé acudió durante la noche al hospital de Basurto por Urgencias y permanece a la espera de cama en la unidad de psiquiatría. "La unidad de psiquiatría está completa y no hay camas libres", ha aclarado a este periódico el abogado de la joven, Andrés Falceto.

La madre de la joven de 24 años solicitó el lunes el ingreso de su hija en el ambulatorio. La joven había pedido el ingreso voluntario en un centro psiquiátrico porque “no se encontraba bien y se había dado cuenta ha de lo que había hecho”. La joven del bilbaino barrio de Santutxu ha reconocido estar “arrepentida” .

El sábado, la presunta secuestradora quedó en libertad provisional sin ningún tipo de medida cautelar. La joven había pasado a lo largo de la mañana del sábado a disposición judicial y, en su declaración, reconoció los hechos. Además, por petición de la propia mujer y su familia, se solicitó su ingreso voluntario en un centro psiquiátrico. Sin embargo, en base al informe del médico de urgencias y del forense, la jueza no consideró necesario su internamiento médico.

Orden de alejamiento

La familia de Aimar presentó el lunes formalmente la petición de una orden de alejamiento respecto a la mujer  para estar "un poco más tranquilos mentalmente". "Es una vergüenza que cometas cualquier delito y te quedes en la calle a las 72 horas, en lugar de quedar en vigilancia provisional, en un psiquiátrico, en la cárcel o lo que sea", lamentaba Pedro Castro, padre del bebé.

Simuló un embarazado

La joven reconoció ante la jueza que había cogido al pequeño Aimar en el Hospital de Basurto. Después de varios abortos, Mireia se había quedado embarazada el pasado mes de febrero, pero al de dos meses sufrió un aborto natural. Sin embargo, la joven continúo simulando el embarazado. Compraron ropa, el coche, la cuna e incluso enseñó a sus amigas y entorno familiar las ecografías falsas de la que iba a ser su hija. La joven debía de dar la luz a finales de septiembre, pero fue retrasando el momento del parto hasta el pasado 19 de octubre cuando vestida de auxiliar se coló en el centro hospitalario y tras tres intentos accedió en la habitación en la que estaba Laura, la amatxu de Aimar.

Tomó al pequeño y lo metió en una bolsa de plástico y se refugió en casa de un amiga que le ayudaron a alimentar al pequeño. Por la mañana se dio cuenta de lo que había hecho y decidió acercarse hasta al barrio de Santutxu y depositar en el felpudo de una vivienda que eligió al azar al pequeño. Dos horas más tarde, Mireia, era detenida en el barrio de Zorrotza donde residía con su novio.