LOS MENSAJES QUE ENVIÓ

Los últimos días de Sandra Bermejo: "Sigo bastante desesperanzada, pero quiero creer que pasará"

El sumario de la mujer desaparecida y hallada muerta en aguas del Cabo Peñas (Asturias) no muestra "indicios de criminalidad", según la Policía. La familia pide que se siga investigando

Sandra Bermejo desapareció el 8 de noviembre en Cabo Peñas. Su cadáver fue hallado en el mar, el 23 de diciembre.

Sandra Bermejo desapareció el 8 de noviembre en Cabo Peñas. Su cadáver fue hallado en el mar, el 23 de diciembre.

La imagen de unos corazones. Ese fue el último mensaje que envió Sandra Bermejo antes de morir. Lo hizo el 7 de noviembre, el día antes de desaparecer, contestando a una de sus mejores amigas, que le había enviado antes una foto de unos colibríes, uno de sus pájaros favoritos. El cuerpo de Sandra fue encontrado por un pescador en aguas de Cabo Peñas (Asturias) el 23 de diciembre. El sumario del caso, al que ha tenido acceso CASO ABIERTO, muestra la lucha de esa joven psicóloga y su intención de seguir viviendo a pesar de sus problemas personales.

La Policía Nacional, encargada de la investigación, sostiene que no hay "indicios de criminalidad" en la muerte de la mujer, es decir, que en su muerte no participaron terceras personas. La autopsia habla de muerte "por traumatismos por precipitación", aunque aún no ha sido entregada a la familia.

La familia, su abogado Juan Manuel Medina y el presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, reclaman que se investiguen varios flecos del caso: el testimonio de tres pescadores que vieron dos coches aparcados de madrugada en la zona, muy posiblemente junto al de Sandra, la fotografía, tomada al día siguiente de la desaparición, en la que se ve a una mujer desconocida caminando hacia los acantilados y los últimos mensajes de su móvil, para averiguar si se citó con alguien en Cabo Peñas.

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Las cámaras de seguridad captaron a Sandra subiendo a su coche y saliendo del garaje, a las 15.26 horas del día que desapareció.. / CASO ABIERTO

Lo que sigue es una cronología de las últimas semanas de Sandra, que se había instalado en Gijón tras el encierro del coronavirus y había luchado y superado una depresión la primavera de 2022. También se había acercado a un grupo alternativo donde se meditaba y se defendía la toma de ayahuasca y otras plantas alucinógenas como remedio a múltiples problemas. Esta es la reconstrucción de sus últimas semanas con los datos obtenidos hasta ahora por la policía:

3 de septiembre. Sandra cumple 32 años. Celebra una fiesta en una finca cercana al aeropuerto de Ranón (Asturias) propiedad de la familia del gurú del grupo 'Agua de Estrellas', con el que ha participado en algunos retiros y encuentros. Es un día feliz, según todos los testimonios que obran en la causa. Acuden los padres de Sandra, amigos del grupo de teatro... unas veinte personas. Una de sus amigas declara a la policía que Sandra estaba feliz porque había visto que era posible que se unieran los dos mundos en los que vivía, las personas más convencionales y los alternativos.

"Búsqueda de la visión"

Mediados de septiembre. Sandra participa en un retiro espiritual en una finca situada a la faldas de los picos de Europa. Lo llaman "búsqueda de la visión". Participa el gurú y otro hombre, sin identificar, llamado Manuel y del que se dice en el sumario que es de "León o de Zamora". Pasan cuatro días de ayuno y silencio en una cabaña. Sandra dirá luego a una amiga que la experiencia la había decepcionado y que no era lo que esperaba.

Finales de septiembre. Sandra acude a terapia con una psicóloga por video consulta. Le explica que está triste y desanimada otra vez, como le ocurriera en el otoño del año anterior. La terapeuta le pregunta: "¿tienes ideas suicidas?". Sandra respondió, según la psicóloga, "de forma natural", con claridad y sencillez: "No".

Su terapeuta preguntó a Sandra durante una sesión en septiembre: "¿Tienes ideas suicidas?". Ella contestó que no

17 de octubre. Viaja a Madrid para ver a su sobrino, recién nacido. Habla con una amiga y se muestra feliz y anuncia que quiere ser una "tía (que esté) presente" para cuidar al bebé.

Finales de octubre. El día 21 habla por whatsapp con una amiga. Se encuentra mal. "Estoy bastante desconectada, como que me está costando todo en la vida". Seis días después, le insiste en esa sensación. El 25 de octubre envía un audio a otra amiga: "estoy metida en una mierda que no sé yo muy bien cómo salir, como muy atrapada por la cabeza". A otra amiga, en cambio, le escribe mostrando su esperanza de recuperarse: "ahí sigo, no sé, bastante desesperanzada y confundida, pero bueno, quiero creer que pasará".

Por esas fechas, Sandra había comenzado ya a devolver a otra amiga de Madrid los 1.200 euros que le había prestado para pagar las sesiones de ayahuasca. Cuando desaparece, había saldado ya la mitad de esa deuda con pagos semanales por Bizum.

Primeros de noviembre. El día 1 Sandra comenta a una amiga con la que toma un café en Gijón que le cuesta trabajo realizar casi cualquier actividad cotidiana, como poner una lavadora o contestar mensajes de móvil. Se muestra ausente. El día 3 acude a clases de teatro. Ese mismo día habla durante dos horas con una amiga, que la nota triste. Esa tarde envía un mensaje a otra amiga en el que le reconoce que no está bien pero le indica su esperanza: "tengo herramientas para enfrentarme a esa sensación", le escribe, en alusión a estar "de bajón". El día 4 de noviembre, Sandra tiene su última sesión con la psicóloga, transcurre con normalidad. Quedan citadas para una nueva sesión el 11 de noviembre.

Al día siguiente, Sandra acude con un amigo a caminar por la senda del río Peñafrancia, a las afueras de GIjón. Ese mismo día ha escrito un mensaje a una amiga en el que le explica que está "bastante desesperanzada".

6 de noviembre. Habla por teléfono con su madre. Quedan en volver a hablar tres días después, el miércoles 9. También habla con una amiga que cumple años el 20 de noviembre. Quedan en comer juntas ese día para celebrarlo. A otra amiga le escribe: "me parece que voy a tener que hacer algo porque estoy hundiéndome cada vez más". Esa tarde acude a casa de un amigo a bailar.

Colibríes y corazones

7 de noviembre. Esa noche habla con el mismo amigo, que le propone salir a hacer deporte. Sandra acepta y quedan para el miércoles día 9. Su amiga le envía una imagen de colibríes, uno de sus animales favoritos. Sandra contesta enviando una imagen de corazones. Será el último mensaje que envíe desde su teléfono.

8 de noviembre. Las cámaras de seguridad del párking de su casa captan a Sandra entrando en su coche a las 15:23 horas. Tres minutos después sale sola, conduciendo. A las 15:47, una cámara de un supermercado cercano a Luanco (Asturias) la capta en dirección a la carretera que lleva a Cabo Peñas. Su coche será encontrado allí días después.

El teléfono móvil de Sandra deja de dar señal en la zona de Cabo Peñas a las 17 horas 52 minutos y ocho segundos de esa tarde.

Un ciclista capturó la imagen la mañana del 9 de noviembre.

¿Es esta la última imagen de Sandra Bermejo antes de desaparecer?. / CASO ABIERTO

9 de noviembre. Varios pescadores que acuden a recoger percebes en la zona ven tres coches aparcados juntos en la zona hacia las siete y media de la mañana. No saben precisar si fue el 7, el 8 o el 9 de noviembre. Si fuera ese último día, uno de los coches sería el de Sandra y los otros dos de desconocidos. La familia de Sandra, su abogado y SOS Desaparecidos insisten en que se investigue esa pista por si Sandra no estuvo sola su última noche.

Una fotografía tomada antes de las once de la mañana de ese día muestra a una mujer joven, de espaldas, caminando sola por una zona prohibida hacia los acantilados. La familia no sabe si se trata de Sandra y también quiere que se investigue ese aspecto.