Tribunales

Un marchante de arte se enfrenta a tres años de prisión por intentar vender cuatro cuadros falsos de Modigliani

El acusado defiende que las obras son auténticas y esgrime una serie de certificados que así lo acreditan

El acusado de intentar vender cuatro cuadros de Modigliani presuntamente falsificados.

El acusado de intentar vender cuatro cuadros de Modigliani presuntamente falsificados.

Cuatro obras de Amadeo Modigliani valoradas en millones de euros o unas falsificaciones que han estado dando tumbos desde los años 60 tras ser expuestas en el Centraal Museum de Utrecht (Holanda). El juicio que ha comenzado esta mañana en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València contra un marchante de arte holandés tratará de esclarecer este misterio en el que los expertos en el pintor italiano no son capaces de ponerse de acuerdo.

El Ministerio Fiscal solicita para el acusado, un empresario especializado en el arte residente en Barcelona, tres años de prisión por un delito de estafa en grado de tentativa de bienes que integran el patrimonio artístico, histórico y cultural. Así como 2.700 euros de multa. Aunque lo realmente importante es el valor de las obras, que en caso de acreditarse su falsedad, no valdrían nada.

Las obras en litigio fueron intervenidas por el grupo de Patrimonio de la Policía de la Generalitat en diciembre de 2019 en una galería de arte de València, donde iban a ser puestas a la venta por precios de entre un millón y medio y tres millones y medio de euros, por debajo del valor de mercado si realmente fueran las obras perdidas de Modigliani, fallecido en 1920.

Concretamente se trataba de un dibujo a lápiz de una mujer desnuda, dos lienzos pegado a tabla que representan el rostro de una mujer y un dibujo sobre papel, también del rostro de una mujer. La fiscalía considera que el acusado adquirió los cuatro cuadros, en fecha no concretada y de personas no identificadas, a sabiendas de que no eran auténticos.

Para dar apariencia de autenticidad, la Fiscalía detalla que el marchante de arte acompañó las obras con certificados fotocopiados firmados supuestamente por el ya fallecido Arthur S. Pfannstiel, perito experto en Modigliani, así como informes y catálogos.

El acusado, que se ha acogido a su derecho a solo responder a las preguntas de su letrado, ha insistido en la autenticidad de las obras y en la validez de los certificados que las acompañan. Y ha justificado el desprestigio de este especialista que firma los mismos en que su trabajo a nivel internacional se habría denostado por su presunta colaboración con los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

Con la ayuda de un intérprete, el empresario holandés ha argumentado que como Modigliani era judío sus herederos no veían con buenos ojos que este perito que ayudó supuestamente a los alemanes en el expolio de obras de arte fuera el que validara peritaciones del artista italiano tras su fallecimiento.

Asimismo, el acusado ha remarcado que no le entregó al dueño de la galería de arte valenciana las obras para su venta, y que las mismas estaban pendientes de catalogación. No obstante, tras la finalización de las declaraciones, ni el dueño de la galería de arte de València donde fueron intervenidos los cuadros ni el propio acusado han aclarado en el juicio la trazabilidad de las citadas obras atribuidas al pintor italiano.

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