Cuatro años por violar a una mujer y amenazarla de muerte para que no hablara

Un hombre ha reconocido que violó en un polígono industrial de Santander a una mujer y ha pactado con la Fiscalía una pena de cuatro años de prisión por un delito de agresión sexual y una multa de 370 euros por otro de amenazas, ya que intentó coaccionar a la víctima diciéndole que la mataría para que no hablara. El acusado, que se enfrentaba a una pena de prisión de ocho años, ha acudido este jueves a la vista en la Audiencia de Cantabria escoltado por la Policía, que le detuvo tras emitirse una orden de búsqueda y captura contra él, ya que no se presentó en el juicio a principios de marzo.

Además de la pena de prisión, deberá indemnizar a la víctima con 12.200 euros por los daños morales y las secuelas que ha tenido a raíz de la agresión, que fruto de la violencia empleada, señaló la fiscalía en su escrito, provocó a la mujer varias lesiones físicas por todo el cuerpo y ansiedad, con un impacto psicológico que le ha dejado un trastorno de estrés postraumático crónico moderado-importante. Tal y como ha reconocido, en julio de 2021 el hombre metió a la mujer entre un autobús y la pared, le dio la vuelta por la fuerza y le bajó los pantalones para violarla, eyaculando en su ropa, hasta que la mujer consiguió zafarse y huir.

Después de la agresión, la víctima recibió múltiples llamadas por parte de su agresor, que la amenazó de muerte para que no contara nada y le exigió que se tomara la píldora del día después. Tras el acuerdo entre su defensa y el ministerio público, el acusado ha visto reducida su condena de ocho a cuatro años por agresión sexual, la pena mínima por este delito de acuerdo a la nueva ley y, aunque no ha hecho uso de su derecho a la última palabra, sí ha dicho "qué remedio" al aceptarla.

Con este acuerdo, se suprime el delito leve de lesiones por el que también se le acusaba, ya que el fiscal entiende que éstas se produjeron como consecuencia de la agresión sexual. Sí se mantiene una medida de libertad vigilada tras su salida de la cárcel durante seis años, y prohibición de aproximarse y comunicar con la mujer durante quince años, además de añadirse una pena de quince años de inhabilitación para ejercer oficios con menores.