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Una agente de la Guardia Civil se ve obligada a disparar a un joven al sentirse acorralada y atacada en La Gomera

La familia del varón que recibió cuatro impactos de bala anuncia que emprenderá acciones legales por el hecho

Detención del joven disparado en La Gomera por una guardia civil y un policía local

La Provincia

Santa Cruz de Tenerife

La guardia civil en prácticas que en la mañana del pasado lunes realizó varios disparos sobre un joven con problemas de salud mental que presuntamente la iba a golpear con su propia defensa extensible de hierro decidió utilizar su arma reglamentaria al sentirse acorralada y ver que su vida o su integridad física corría peligro.

Así lo explican las fuentes de una asociación profesional del Instituto Armado consultadas por EL DÍA. En el suceso, el varón, de 23 años e identificado como Aitor, recibió algunos disparos en ambas piernas.

Por dichas lesiones tuvo que ser trasladado desde San Sebastián de La Gomera al Hospital La Candelaria, en Tenerife, donde fue intervenido quirúrgicamente antenoche.

Compañeros de la agente en prácticas aseguran que su actuación fue ejemplar, pues en primer lugar trató de reducir, junto a un policía local, al chico con problemas de salud mental, y después respondió a un ataque del mismo.

Un hierro que fractura huesos

Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil explicaron que el joven Aitor, que fue detenido por un delito de atentado a la autoridad, le arrebató la defensa extensible de hierro a la agente y después la iba a agredir con dicho objeto.

Según varias fuentes, dicha herramienta es tan sólida que puede causar fracturas óseas y un golpe en la cabeza puede ser mortal o dejar secuelas muy graves.

De hecho, los agentes reciben cursos para saber cómo utilizar tales defensas, cuándo y en qué partes del cuerpo golpear para no causar lesiones letales.

La citada guardia civil en prácticas que realizó los disparos sufrió la rotura de tres costillas, varias contusiones y una mordedura en un brazo por parte presuntamente de Aitor.

La familia emprenderá acciones legales

La familia de Aitor anunció ayer que emprenderá acciones legales contra quienes considere oportuno después del incidente. Los padres del joven explicaron ayer en un comunicado que solicitaron apoyo para convencer a su hijo de que debía tomarse la medicación, pues llevaba varios días inestable y deambulando.

Algunos ciudadanos también habían pedido la actuación de las fuerzas de seguridad en días previos al suceso, pues estaba muy alterado y daba gritos.

En una nota divulgada por su abogada, los progenitores de Aitor señalaron que su hijo no es un delincuente, ni antes del incidente de la mañana del lunes había atacado, molestado o interferido en la vida de ningún otro ciudadano.

Enfrentamiento

Supuestamente, cuando personal sanitario le puso la medicación o en ese proceso, el joven se echó a correr y una patrulla de la Policía Local y otra de la Guardia Civil trataron de interceptarlo.

A partir de ahí hubo un forcejeo entre la agente en prácticas y un policía local (grabado en un vídeo difundido en redes sociales), pero no pudieron reducirlo.

Poco después, le quitó la defensa extensible a la guardia civil y la llevaba en alto para agredirla, cuando la agente le disparó varias veces. Supuestamente, al joven ahora detenido le constan varios antecedentes policiales por lesiones y otros enfrentamientos con miembros de los cuerpos de seguridad, supuestamente derivados de su problema de salud mental.

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