Tres años sin el taxista José Delgado: su familia continúa con su búsqueda en Teror

El profesional del volante desapareció en 2019 y desde entonces no se sabe nada de su paradero | Sus allegados no quieren que el caso caiga en el olvido

Familiares del taxista José Delgado, desaparecido en Teror, prosiguen hoy con su búsqueda tras tres años de su desaparición el 8 de diciembre de 2019.

Familiares del taxista José Delgado, desaparecido en Teror, prosiguen hoy con su búsqueda tras tres años de su desaparición el 8 de diciembre de 2019. / LP/DLP

La familia del taxista José Delgado lleva a cabo este 8 de diciembre en Teror la búsqueda del conductor. Hoy se cumplen tres años de su desaparición y sus familiares no cesan en su empeño para dar con su cuerpo de cuyo paradero aún no se sabe nada. No quieren que el caso caiga en el olvido.

Su familia da por hecho que falleció, que acabaron con su vida, según manifestaron en 2020, pero quieren darle el último adiós. “Solo pedimos, por favor, que nos digan dónde se encuentra su cadáver, aunque sea una pista de alguien anónimo, solo queremos despedirnos de él”.

Sospechas

Todos los indicios apuntan a la familia de la esposa de José Delgado como presuntos autores de la desaparición del taxista, de cuyo cuerpo se deshicieron posteriormente. Lo cree hasta el titular del Juzgado de Instrucción Nº3 de Arucas que lleva el caso, quien en septiembre de 2020, después de que se produjera la detención de los cuatros miembros y su posterior puesta en libertad con cargos, aseguró que ellos mismos se incriminaban en el crimen por la “plaga” de incoherencias que se recogen en sus declaraciones judiciales. 

Los investigados aseguran que la desaparición no se produjo el 8 de diciembre de 2019, domingo; sino al día siguiente después de que José Delgado fuera a Teror y allí se reencontrara con ellos. Estos últimos, en declaraciones de sus familiares, le dijeron que no podían llevarlo a la casa en la que convivían en el barrio de La Guanchía porque no había espacio en el coche. Lo tuvo que hacer en taxi, pese a que no hay constancia ni testigos más allá de los imputados que le vieran aquel día por la villa mariana. Afirman estos que la última vez que vieron al taxista fue la tarde de aquel día, cuando su mujer dormía la siesta con la tele puesta después del almuerzo. Alegan que salió de la casa y ya nunca más regresó.

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