La Fiscalía ya ha remitido la acusación a los dos agentes de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria que, fuera de servicio, presuntamente insultaron y agredieron a varios jóvenes en el Puerto por su raza. “Sudaca de mierda”, “inmigrantes de mierdas”, “moro” o “negro” de forma despectiva fueron fueron algunos de los insultos racistas que, supuestamente, gritaron a un grupo de amigos y un ciudadano de origen nepalí en las calles Secretario Artíles y Nicolás Estévanez, a los que además dijeron que eran policías para hacer valor su posición de agente de la autoridad. El fiscal pide para cada uno de los funcionarios un año y cinco meses de prisión por un delito de odio, así como diferentes indemnizaciones por las lesiones.

En el escrito se detalla que los dos policías, identificados con las iniciales Jerónimo J. L. B y Josué A. T. H., caminaban por la citada vía a las 21.45 horas del 2 de febrero de 2021. Fue entonces cuando se cruzaron con un grupo de amigos formado por tres personas. Los dos acusados escucharon a uno de ellos, que tenía acento argentino, y empezaron a increparlo con las siguientes expresiones: “¿Tú qué haces en mi isla” y “sudaca de mierda”. A otro de los jóvenes, de origen canario, le llamaron “moro” en tono despectivo por su tono de piel, según señalaron los denunciantes.

Tras los insultos, los dos agentes empezaron a agredirlos en la cabeza con manotazos y bofetones, identificándose además como policías. “Nosotros somos la autoridad”, señala el escrito de acusación que dijeron. A una tercera persona, que les pidió que cesaran en su agresión, uno de los agentes presuntamente le dio dos fuertes bofetadas y le agarró el dedo pulgar de la mano izquierda, tirando de él violentamente.

La acción delictiva de los dos policías no quedó ahí. Al percatarse de la presencia de un ciudadano de origen extranjero, concretamente de nacionalidad nepalí con aspecto asiático y de piel oscura, se dirigieron a él gritándole “inmigrante de mierda” o “vuélvete a tu país”, llamándolo además “negro”. La víctima, que no hablaba entonces correctamente el español, se quedó quieta y empezó a recibir golpes en la cabeza, bofetones y empujones. “Yo, police, aseguró el denunciante que le dijeron, enseñándoles además las placas identificativas.

El fiscal delegado del servicio de delitos de odio y discriminación, José Antonio Díez Rodríguez, solicita a cada acusado un año y cinco meses de prisión por un delito de odio (artículo 510 del Código Penal), así como multas de 8.100 euros a cada uno por los delitos de lesiones. Asimismo, pide que se indemnice con 2.400 euros a los denunciantes. El Ministerio Público también indica que procede imponer la inhabilitación especial como agente de la autoridad durante un año y cinco meses

Entre la lista de testigos llamados a declarar en el juicio oral se encuentran cinco agentes de la Policía Nacional que tuvieron que intervenir en el incidente. El escrito recoge que uno de ellos se vio obligado a sacar su defensa ante el evidente estado de gran violencia y agresividad que mostraban los dos acusados.