Los participantes de las carreras ilegales que cada jueves se celebraban en la autopista del Sur de Gran Canaria alcanzaban velocidades superiores a los 200 kilómetros por hora. Los 42 conductores que fueron detenidos por un delito contra la seguridad vial en la denominada operación Todogasgc -por su semejanza a la película A Todo Gas- eran hombres y tenían una edad de entre 18 y 23 años, aunque se identificaron a dos menores de edad. Muchos de ellos procedían del este de la Isla pero había residentes de prácticamente toda Gran Canaria y conducían utilitarios rectificados, a los que habían llegado a destinar hasta 30.000 euros para dejarlos a su gusto.

El capitán del Subsector de Tráfico de Las Palmas, Alfonso Jacobo Sanz, reconoció que acabar con esta actividad ilegal se había convertido en uno de los principales objetivos de la Guardia Civil. Durante varias semanas habían puesto controles y diferentes dispositivos, pero la amplia red de vigilancia y comunicación que tenían los organizadores hacía prácticamente inviable cualquier trabajo. “Cuando nos acercábamos dos o tres kilómetros, ya alguien daba el aviso”, apuntó. Para ello utilizaban las redes sociales como método de comunicación, tanto para la organización de las quedadas como para, después, dar los avisos a través de aplicaciones de mensajería.

Esto hizo que los agentes decidieran diseñar un gran operativo policial estudiado durante más de tres meses y que estaba basado en la vigilancia discreta y a distancia con vehículos camuflados y drones. Así fue como el pasado 31 de marzo explotaron la operación Todogasgc para acabar con estas competiciones. En la macrooperación participaron más de 50 agentes y tuvo una especial relevancia la Unidad del Dron (Unidron) de la Policía Local de Telde, con el agente José Juan Florido a sus mandos, y el Grupo de Investigación y Análisis de la Agrupación de Tráfico (GIAT) de la Comandancia de Las Palmas. “El procedimiento supuso un compromiso extraordinario de los compañeros”, señaló Sanz, quien prefirió no descubrir los detalles del operativo, que fue pionero en el Archipiélago. “Es la primera vez que se hace en una autopista, porque este tipo de carreras, en Península por ejemplo, se realizan en polígonos industriales” donde apenas hay tráfico en horario nocturno.

Ante la imposibilidad de poner radares, ya que eran detectados de inmediato por los participantes, la Guardia Civil de Tráfico pudo determinar con los vehículos camuflados las velocidades que alcanzaban los vehículos. “Estimamos que en los coches se superaban los 200 kilómetros por hora”, que en algunos tramos de la vía supone hasta el doble del permitido. Sorprende aún más las de los ciclomotores, que están limitados a 50 ó 60 kilómetros por hora. “Llegaban hasta los 130 o los 140”, informó el jefe de la Guardia Civil de Tráfico en Las Palmas.

Alfonso Jacobo Sanz explicó que la manera de alcanzar estas velocidades era a través de la rectificación mecánica de los vehículos. Uno de los participantes señaló que si bien había pagado 6.000 euros por su coche, luego se había gastado otros 30.000 euros para modificarlo. Y es que tampoco utilizaban grandes coches de altas cilindradas; uno de los más utilizados era el Citroën Saxo, un coche que no se fabrica desde hace casi 20 años. También había Volkswagen Polo, Hyundai y algún Mercedes. 

Los investigadores consiguieron determinar que a la hora de competir los participantes se posicionaban en paralelo en plena GC-1, ralentizaban la circulación normal de la misma y daban inicio a la competición utilizando la señal acordada: tres toques de claxon, según informó el pasado domingo la Comandancia de Las Palmas en un comunicado.

Las competiciones se hacían con el tráfico abierto, realizando adelantamientos peligrosos para el resto de usuarios, y tenían una longitud de unos 6 kilómetros en un tramo de ida y vuelta que en muchos casos se realizaban en la recta del aeropuerto. Además, contaban con público que se situaban tanto en el arcén, sin hacer uso de chalecos reflectantes, como en los carriles de incorporación. Al finalizar las carreras, todos los participantes se concentraban en distintos lugares -en la mayoría de los casos en el Parque Comercial La Mareta de Telde- para comentar el resultado.

El capitán dela Guardia Civil admitió que no han podido demostrar que se realizaran apuestas entre participantes y público y que estas operaciones continuarán realizándose para evitar nuevos eventos. “Hemos actuado a tiempo” para explicar que se han desactivado las competiciones ilegales, aunque también apostilló que estos hechos son “cíclicos” por lo que no descartan que se vuelva a celebrar. En esos casos, ya saben cómo actuar ante estas carreras que traían de cabeza a los vigilantes de las carreteras.

Además de los 42 detenidos, a los que se les acusa de un presunto delito contra la seguridad vial, también se identificaron a otras seis personas. En el operativo participaron la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Las Palmas, el Servicio Cinológico, el Núcleo de Servicios y agentes del Subsector de Tráfico de Las Palmas, además de la mencionada Unidron de la Policía Local de Telde.