El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, insistió ayer en que la decisión de no descender hasta el lugar del hundimiento del ‘Villa de Pitanxo’ el 15 de febrero en aguas de Terranova (Canadá), como reclaman las familias de las víctimas, «es una decisión técnica».

A preguntas de los periodistas en Pontevedra, Miñones ha defendido que esta determinación «no se ha tomado políticamente» y ha asegurado que a los familiares se les relataron los motivos «de forma muy detallada, muy específica y muy directa».

«No tenemos nada que aportar al respecto por el momento», ha añadido el delegado gubernamental, que ha afirmado que la investigación sobre las causas del siniestro, que dirige la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos, «sigue su curso».

José Miñones ha reiterado que «no hay ningún indicio» que les haga entender que «tenemos que actuar o que hacer una bajada al barco».

Ha apuntado que el compromiso de «buscar todas las alternativas posibles» para recuperar los cuerpos de los doce marineros que aún no han aparecido «lo tenemos cumplido», como así se lo habían solicitado las familias «desde el principio». «Una vez que los técnicos les han mostrado la imposibilidad de hacer eso, estamos a la espera de que se resuelva lo que creo que también es una parte muy importante, que es conocer lo que pasó», ha subrayado Miñones, con el resultado de dicha investigación.

«Estas palabras del delegado del Gobierno son incomprensibles». María José de Pazo, portavoz de las familias de las víctimas del «Pitanxo», aseguró no entender las declaraciones de José Miñones de esta mañana: «Son incomprensibles». «Las familias de los 21 fallecidos le dijimos de forma verbal y por escrito que había que bajar para investigar y nunca con la condición de encontrar los cuerpos de los desaparecidos», recalca la portavoz.

Las víctimas reiteran su deseo de «saber la verdad» e insisten en que el motivo por el que hay que bajar al barco hundido en Terranova es para «grabar, obtener datos y buscar pruebas para una investigación en la que el magistrado ve indicios de 21 homicidios imprudentes». María José de Pazo exige al delegado del Gobierno en Galicia que «no ponga excusas» y le ruega que trate este asunto con respeto y lea los escritos que le han presentado.

En total, conformaban la tripulación del ‘Villa de Pitanxo’, con puerto base en Marín y cuyo armador es el Grupo Nores, un total de 24 trabajadores. El balance del rescate arroja la cifra de 12 marineros desaparecidos y nueve cuerpos recuperados, mientras que los tres supervivientes son el patrón del barco, Juan Padín, su sobrino, Eduardo Rial Padín, y el joven ghanés Samuel Kwesi, residente en Marín, y cuya mujer y cinco hijos viven en África.

Entre los desaparecidos se encontraba el biólogo grancanario Manuel Navarro Rodríguez. Precisamente, el pleno del Cabildo de Gran Canaria aprobó el jueves de la semana pasada un moción respaldada por todos los grupos políticos a instancias de los familiares reclamando «continuar los trabajos de localización y rescate de los cuerpos del barco siniestrado».

La iniciativa apunta que los familiares detallaban que en una reunión el 24 de marzo en la Subdelegación del Gobierno «se sentenció que al no poder recuperar los cuerpos... no merecía la pena técnicamente ni de bajar». Todo ello, añaden, «sin aportar ningún informe técnico».