El barco donde el pasado lunes se localizaron cerca de 175 kilos de cocaína cuando estaba fondeado en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria ya había sido inspeccionado, sin éxito, cuando se encontraba atracado en el puerto de Gijón, donde descargó 50.000 toneladas de carbón.
La operación infructuosa se produjo el martes de la pasada semana cuando agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil desplegaron un amplio despliegue en el puerto gijonés de El Musel, donde se produjo la descarga de la mercancía. Sin embargo, todo se había iniciado en Colombia, donde la policía del país había interceptado varias decenas de kilos de cocaína en el mismo buque granelero, según informó el periódico asturiano La Nueva España.
A su llegada a Gijón, los dos cuerpos de seguridad iniciaron el registro de toda la carga y de diferentes compartimentos del Magda P, un buque de 190 metros de eslora y 32 de manga, con 7 metros de calado, que había zarpado el pasado 23 de abril del Puerto Bolívar, próximo a la ciudad colombiana de Barranquilla.
En aquel operativo se se peinó a fondo prácticamente todos los espacios donde se podía encontrar la droga, sin resultados. Una vez descargado el carbón, el barco procedió a abandonar Gijón para poner rumbo a San Salvador, en Brasil, previa parada en el Puerto de La Luz para suministrarse de mil toneladas de combustible. El pasado lunes, cuando se encontraba fondeado frente a la estación de guaguas de San Telmo, la Policía Nacional desarrolló un nuevo operativo ante las sospechas de que aún había droga dentro del granelero.
Con el apoyo de la Unidad de Subsuelos de la Jefatura Superior de Policía de Canarias y de la patrullera Condor de Vigilancia Aduanera, los agentes de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) localizaron seis bolsos en la caja de cadenas, un compartimento situado en la cubierta principal donde se recogen las cadenas del ancla. En su interior, los policías encontraron cerca de 175 kilos de cocaína repartidos en decenas de paquetes. Los agentes tuvieron que entrar en el compartimento provistos de un vestuario especial y de un equipo de respiración autónoma ante la posibilidad de que hubiera gases acumulados en el estrecho espacio en el que trabajaron.
Una vez acabado el operativo, en el que no hubo detenidos, el granelero Magda P puso rumbo la misma noche del pasado lunes hacia San Salvador. Este barco, previamente, había estado en Colombia y en Estados Unidos, aunque los indicios apuntan a que la sustancia estupefaciente pudo ser cargada, sin conocimiento de la tripulación, durante su estancia en algunos de los puertos del país sudamericano, como precisaron las fuentes consultadas.
