El Equipo '@ Lanzarote' de la Guardia Civil ha esclarecido una estafa de 46.342 euros a una ciudadana de la isla mediante la técnica de 'pishing', en el que los presuntos autores consiguen suplantar la identidad de la persona denunciante y así poder acceder a la banca online.

En un comunicado, la Benemérita ha explicado que frutos de la investigación se ha podido identificar hasta a ocho personas de entre 22 y 74 años con domicilios en diferentes puntos España, Francia, Alemania y Holanda por un delito de estafa realizada por transferencia bancaria.

Por su parte, la Guardia Civil tuvo conocimiento de los hechos a raíz de la denuncia presentada en el Puesto Principal de Tías (Lanzarote), en la que la víctima comunicó que habían conseguido sus credenciales bancarios para acceder a su banca online y realizar diversas transferencias a cuentas situadas en el territorio nacional y al extranjero de importantes cantidades de dinero.

Además, los autores sacaron dos créditos personales por valor de 10.000 euros, siendo el total detraído del patrimonio de la víctima un importe de 46.342 euros.

Por ello, los componentes del 'Equipo @' de Lanzarote, dentro de las labores encomendadas en la lucha contra las estafas en internet, realizaron las pesquisas policiales oportunas en la que pudieron identificar a los autores del hecho.

Entre las gestiones practicadas, se procedió a realizar un seguimiento del capital detraído que tuvo como destino final las cuentas bancarias de las personas identificadas, siendo este tipo de hechos, una de las estafas más comunes realizadas por los ciberdelincuentes.

Finalmente, en este tipo de ataques, los ciberdelincuentes realizan envíos de SMS y/o Correos electrónicos a sus víctimas haciéndose pasar por su entidad Bancaria, con la excusa de alguna gestión o problema a solucionar.

Así, consiguen que la víctima abra la dirección URL del link que le proporcionan, accediendo a una web que simula ser la de su entidad bancaria, momento en el cual la víctima pone sus credenciales para acceder a la misma y el ciberdelincuente se apodera de las mismas.