Hasta tres conatos de incendios forestales tuvieron que sofocar a lo largo del día de ayer domingo los efectivos contraincendios de las Brigadas Forestales del Cabildo de Tenerife (Brifor), en una jornada que se caracterizó por las altas temperaturas que azotaron la Isla, con el Archipiélago canario en aviso naranja –riesgo importante– en el este, sur y oeste de Gran Canaria, y amarillo en el resto de Islas.

El primero de estos conatos en Tenerife se declaraba en la zona conocida como el Camino de Los Chamuscos, en el municipio de El Rosario, que quedaba controlado, tal y como informaba el Cabildo de Tenerife a través de su cuenta de Twitter, hacia las 02.18 horas. El fuego afectó a un área de pastos y tuneras.

A primera hora de la mañana de ayer, un nuevo aviso obligaba a activar nuevamente a los efectivos del Brifor. En esta oportunidad, la zona que estaba siendo afectada por el fuego se localizaba San José de Los Llanos, en el término municipal tinerfeño de El Tanque. El fuego, que se originó en el lugar conocido como Los Partidos de Franquis y afectó a matorral y tagasaste, en una superficie de 50 metros cuadrados. Los recursos de la Brifor lograron controlar estre segundo conato de incendio forestal hacia las 08.54 horas.

El último de los conatos se declaraba en la zona de El Roque, dentro del término municipal de San Miguel de Abona. El fuego, que se había iniciado poco después de las 17.00 horas, afectó a un área de alrededor de 25 metros cuadrados de rastrojos, así como a una palmera.

Finalmente los recursos de emergencia lograban declarar como controlado este conato pocos minuto después de las 18.00 horas. En las labores de extinción colaboraron efectivos de Bomberos y policías locales.

Estabilización

El incendio forestal en Bejís (Castellón) se encontraba ayer «en proceso de estabilización«, por lo que se autorizó ya el regreso a sus casas de los vecinos de los municipios que seguían desalojados. Emergencias de la Generalitat pidióa la población que no acuda a «hacerse fotos« a las zonas quemadas de los incendios forestales de Bejís y la Vall d'Ebo (Alicante) porque «es una temeridad».