La principal hipótesis que manejan los investigadores sobre la muerte de Yurian Cabrera Tacoronte, el vecino de La Isleta que llevaba desaparecido dos años y cuyo cadáver fue encontrado el pasado 14 de septiembre en una vivienda abandonada, es que presuntamente sufrió una caída al intentar entrar en la casa, cuyas puertas han permanecido cerradas durante años. Un agente inmobiliario encontró el cuerpo al acceder al domicilio, situado en el número 92 de la calle Artemi Semidán del populoso barrio capitalino.
Los vecinos nunca sospecharon nada. Ni tan siquiera Hilario, que vive puerta con puerta con el edificio donde se produjo el hallazgo. Este aseguró ayer que la vivienda se encontraba sin habitar desde hacía más de una década después de que falleciera su antigua propietaria. Durante todo este tiempo la puerta principal se abrió en alguna que otra ocasión, pero hacía bastante tiempo que nadie accedía para ver el estado en que se encontraba el interior.
Otro vecino señaló que había visto al propio Yurian intentar entrar a esa misma vivienda hacía ya años escalando a través de la fachada de la casa adyacente. Otra residente de la zona explicó que nunca habían escuchado ni olido nada que saliera del interior del inmueble de tres plantas, situado próximo al cruce de la calle Artemi Semidán con Faicanes y Palmar. Además, tanto la puerta principal como la de la azotea han permanecido cerradas durante todo este tiempo. «Es todo un misterio», declaró; sobre todo porque, cuenta esta mujer, un comerciante de la zona asegura que no era la primera vez que el agente inmobiliario accedía a la vivienda. «Si es así, ¿cómo es que nunca antes vio el cadáver», se preguntó.
El pasado 14 de septiembre, en torno a las 10 de la mañana, fue cuando este trabajador junto a otro hombre entraron en el número 92 de la citada calle para ver el estado del inmueble. En el interior vieron el cuerpo de Yurian Cabrera, que se encontraba en un avanzado estado de descomposición. Al lugar se trasladó el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional para iniciar una investigación. La comitiva judicial permaneció horas en el domicilio hasta que ya a última hora de la tarde se procedió al levantamiento del cadáver, según contaron los vecinos. Desde un primer momento todos los indicios apuntaban a que se trataba de este vecino de La Isleta, que desapareció el 12 de mayo de 2020, el día que cumplió 35 años.
Toñi, madre de Yurian, tuvo conocimiento del hallazgo desde un principio al residir a pocos metros de la calle Artemi Semidán, aunque no fue hasta el pasado miércoles cuando ella misma comunicó a través de la redes sociales que el cadáver pertenecía a su hijo. «Hace algo más de una semana me llamaron, y me comunicaron que en la calle Artemi Semidán habían encontrado un cuerpo sin vida, que todo pintaba que era mi hijo, pero tenía que esperar a que estuvieran seguros», indicó la progenitora. «Desde ese momento mi corazón me dijo que era mi Yurian. Efectivamente, es Yurian», aseveró.
El cuerpo continúa en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria a la espera de los resultados de la autopsia. Asimismo, los investigadores también están pendientes de conocer los resultados finales de las pruebas de ADN realizadas al cadáver, que confirmarán por completo lo que ya todos sospechan, que el cuerpo encontrado pertenece a Yurian Cabrera Tacoronte.
Durante todo este tiempo, su madre no ha dejado de buscar a su hijo por todo el barrio y por la Isla. Además, utilizó las redes sociales para hacer llegar toda la información de Yurian. Sólo obtuvo respuesta a través de una carta anónima en la que se contaba la historia de que su hijo había sido asesinado y que, ahora, al conocerse el desenlace, se descubre que era falsa.