Óliver Almeida y Xerach Pérez, ambos agentes de la Policía Local de Santa Lucía, estuvieron el pasado sábado con el corazón en un puño. Una hora permanecieron junto a unos padres en el Centro de Salud de El Doctoral esperando a la salida de los médicos para que les dijera cómo se encontraba el pequeño Zacarías, de 2 años de edad, al que habían trasladado en el coche patrulla, inconsciente, por un atragantamiento con flema. Las buenas noticias hicieron que se quitaran la tensión de encima. El menor se encontraba bien cuando temían lo peor. Todo gracias a la rápida actuación de estos dos policías.

El suceso ocurrió sobre las diez y cuarto de la mañana del pasado sábado cuando Óliver y Xerach recibieron un aviso de la sala de control de la Policía Local de Santa Lucía: un niño de corta edad se encontraba inconsciente en una calle de Sardina del Sur y varios vecinos pedían ayuda. “Le comento a mi compañero que teníamos que ir con urgencia, que estaba en una zona de Sardina un poco alejada del casco y sabía que íbamos a tardar como 2 ó 3 minutos en llegar”, comienza a relatar el primero. Con los prioritarios puestos, la patrulla llegó al lugar en cuestión de dos minutos y medio. En la calle, un vecino les indicó donde se encontraba el niño en los brazos de su padre, rodeados de varias personas.

Cuando se bajaron del coche vivieron momentos difíciles. “Nos encontramos una situación que nunca se me va a olvidar: el padre estaba con el bebé boca abajo, en brazos y pidiendo auxilio”, apunta. “Sin pensarlo, lo introducimos en el vehículo policial y nos dirigimos con urgencia al centro de salud, que está a dos minutos y medio”, añade. La decisión se tomó porque no había tiempo que perder. “No sabíamos cuánto podría tardar en llegar la ambulancia”, apostilla Óliver Almeida.

El pequeño Zacarías “estaba inconsciente, con los ojos en blanco”. Durante todo el trayecto, Óliver Almeida, que iba de copiloto, miraba para atrás para ver cuál era su estado. “Le preguntaba en todo momento al padre”. En cuanto pararon frente al centro sanitario, abrieron la puerta de urgencias y dejaron al niño con los sanitarios, “que se volcaron para salvar la vida” al menor que entró en el ambulatorio “totalmente morado”.

Los policías Óliver Almeida y Xerach Pérez vivieron una hora de mucha tensión durante la espera para conocer el estado de salud del niño. A la hora, el médico salió para informarles de que Zacarías estaba con vida y se encontraba en buen estado. “Su padre se derrumbó, abrazó a los médicos, nos abrazó a nosotros”, cuenta Almeida. El menor, supuestamente, se había atragantado con flema posiblemente por suministrarle un medicamento para la fiebre que padecía. Los propios médicos le agradecieron a los policías su actuación porque gracias a su rápida decisión se salvó la vida al niño.

Los sanitarios decidieron que Zacarías fuera evacuado en ambulancia al Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria, donde permaneció varias horas en urgencias hasta que, ya de madrugada, recibió el alta al mejorar su salud. “La madre nos decía que no sabía cómo agradecernos lo que habíamos hecho, pero le decía que a mi lo único que me importaba era que el niño estaba bien”, declara el agente, quien durante la presente semana quiere visitar a esta familia de origen magrebí, que lleva varios años afincada en Gran Canaria, para conocer al pequeño Zacarías, al que le devolvieron la vida.

El alcalde de Santa Lucía, Francisco García, declara sentirse “orgulloso” por la Policía Local. “Es una policía de respuesta inmediata, que tiene los medios suficientes para actuar de manera tan eficiente y que no es la primera vez que atiende a situaciones de este tipo, sino que ya han participado en partos, rescates inmediatos de incendios y situaciones similares”. “La Policía Local”, continuó el regidor, “es una policía formada que muchas veces está supliendo las necesidades de otras administraciones”.