Un obrero de 62 años, identificado como Francisco M. C. y vecino de Las Palmas de Gran Canaria falleció esta mañana al caer desde un techo de una nave industrial de Arinaga. El operario carecía de arnés de seguridad obligatorio para este tipo de trabajos en altura. Este es el segundo accidente laboral con resultado fallecido que ocurre en Gran Canaria en 24 horas después del sucedido el pasado lunes en una cartonera de El Goro, que ocurrió de manera similar al precipitarse el trabajador desde un techo en un inmueble industrial.

El suceso ocurrió poco antes de las diez de la mañana en unas instalaciones en reforma situadas en la calle de El Herraje del Polígono Industrial de Arinaga, cerca de una cadena de supermercados. Según las fuentes consultadas, la víctima se encontraba en el techo junto a otro operario cambiando las planchas.

Por causas que se investigan, el techo se vino abajo y el trabajador se precipitó desde unos siete metros de altura al suelo, falleciendo prácticamente en el acto. La Guardia Civil y varias ambulancias del Servicio de Urgencias Canario (SUC) acudieron de inmediato al lugar, pero únicamente pudieron certificar la muerte debido a la gravedad de las heridas sufridas.

Inspección de Trabajo y la Policía Judicial de la Guardia Civil iniciaron sendas investigaciones para tratar de determinar cuáles fueron las causas que provocaron el accidente laboral. Las primeras pesquisas apuntan a la falta de utilización de material de seguridad, como arneses, como hecho fundamental en el suceso. En el servicio también participaron los Bomberos del Consorcio del cercano parque de Arinaga y la Policía Local de Agüimes.

Este accidente mortal ocurre sólo un día después de que ayer, lunes, otro obrero falleciera al precipitarse desde un techo de la nave de una cartonera del barrio de El Goro, en Telde, y cayera sobre una maquinaria. En aquella ocasión, al igual que ocurrió esta mañana, el trabajador se precipitó desde unos siete metros al caer por un tragaluz. En cambio, el operario, identificado como Héctor Enrique D. P., de 59 años y vecino del barrio teldense de Las Remudas, sí que llevaba arnés aunque se trata de determinar si estaba enganchado a un plataforma fija.