Las dos hijas de María del Carmen Zunzunegui Domingo, más conocida como Maika quien ahora tendría 56 años, la buscan. Hace 20 años que no saben nada de ella. En 2002 desapareció cuando Saioa tenía 15 años y Andrea 6. Residían en Tenerife, pero la última pista llega desde Gran Canaria: un hombre asegura que la vio el pasado 14 de septiembre pidiendo dinero en la capital grancanaria.

Saioa, una de sus hijas, viajó esta semana de Bilbao a Gran Canaria con el único objetivo de tratar de localizar a su madre. “Ella vivía en el barrio de San Matías de La Laguna”, comienza a contar por teléfono ya en el País Vasco, donde vive. La última vez que la vio fue en 2002, cuando apenas era una adolescente. Reconoce que durante estas dos décadas apenas ha hecho nada por saber donde se encontraba su madre. “No he denunciado antes porque, sinceramente, no me atrevía; no tenía el valor de todo lo que estoy haciendo ahora”, dice.

Hace unos meses el corazón le dio un vuelco. Una noticia informaba de que se había localizado un cadáver en una calle de Tenerife, un cuerpo que carecía de identificación. “Me dije: ‘¿Y si fuera ella?”. “A partir de ahí”, continúa Saioa, “me dije que tenía que actuar y empecé a buscar a través de las redes sociales”. Acudió a un grupo de Facebook relacionado con personas sin hogar en Tenerife. Y llegó la primera, y por ahora, única pista. “Un señor, un cantautor, que estaba en Gran Canaria se puso en contacto diciendo que la había visto el 14 de septiembre porque le había ido a pedir dinero”, cuenta.

Maika, en una fotografía de 2002.

Esto hizo que Saioa y su hermana enfocaran la búsqueda en Gran Canaria. El pasado lunes, la primera viajó hasta la Isla. Buscó en el Registro Civil, preguntó en la Guardia Civil, la Policía Nacional. “Y nada”. Incluso el pasado lunes puso la denuncia de su desaparición, algo que no había hecho hasta entonces. “Estuve de lunes a miércoles en busca activa, primero por los recursos sociales, a parroquias donde repartían comida, me metí en calles de prostitución, en zonas conflictivas donde se mueve droga y no he conseguido ningún dato”, señala. Tampoco hay señales en los centros de salud, no ha ido al médico durante este tiempo, ni en las entidades bancarias.

Las dos hermanas imprimieron varios carteles en los que se ven fotos antiguas y una recreación de cómo podría ser ahora. “Llevamos 20 años buscándote, mamá”, señala una frase en el papel impreso y que colocaron en varios puntos de Las Palmas de Gran Canaria. Maika medirá unos 1,64 metros, estima su hija, es de complexión delgada y tiene un marcado acento peninsular.

Cartel pegado en la capital grancanaria.

Saioa admite que llega tarde. “A lo mejor ella no quiere salir, pero a nosotras nos gustaría saber de ella, si está viva, para que la próxima vez que se vuelva a encontrar un cadáver no pasemos la angustia de si es ella o no”, recalca. Por ello, solicita la colaboración ciudadana a toda persona que pueda tener alguna pista sobre el paradero de Maika lo haga saber a través del número de teléfono 091 de la Policía Nacional.