La Sección Fiscal y Fronteras de la Guardia Civil del Puerto de La Luz , en Las Palmas de Gran Canaria, detectó en un control rutinario de vehículos y pasajeros procedentes de la isla de Tenerife, que una persona de 59 años de edad y sin antecedentes, pretendía introducir en la Isla 37 perdices morunas sin contar con la autorización expresa del Cabildo de Gran Canaria según la Ley 42/2007 de Patrimonio y Biodiversidad y de la Ley 7/98 de Caza en Canarias, en el puerto de Las Palmas.

Los hechos ocurrieron el pasado 7 de noviembre La Guardia civil tuvo conocimiento el pasado 7 de noviembre fruto de la vigilancia que realizan los agentes de la Sección Fiscal y Fronteras del Puerto de la Luz para el control de vehículos, viajeros y sus respectivos equipajes, centrados en la prevención de ilícitos relacionados con el patrimonio y Biodiversidad, en concreto la Ley 7/98 de Caza en Canarias, quedando prohibido la reintroducción, repoblar y trasladar piezas de caza sin contar con la autorización expresa del Cabildo Insular.

Dada la experiencia de los agentes en este tipo de operativos, les llamó especialmente la atención la actitud de un conductor de un vehículo pick up, por lo que los efectivos procedieron a inspeccionarlo y detectaron que en la parte trasera del coche había varias cajas de cartón conteniendo en su interior varios ejemplares de perdiz moruna, concretamente cuatro cajas, distribuidas en 10, 8, 11 y 8 ejemplares, respectivamente.

Las aves presentaban, a simple vista, buen estado de salud, a pesar de no reunir el transporte de las condiciones de salubridad apropiadas.

Daño a la perdiz roja de Gran Canaria

Los 37 ejemplares de perdiz moruna, una vez aprehendidos, fueron trasladados hasta las instalaciones del centro de recuperación de aves silvestres que el Cabildo de Gran Canaria posee en Tafira.

Cabe recordar que Gran Canaria es la única de las islas que cuenta con perdiz roja, siendo habitual en el resto de territorios insulares la perdiz moruna.

La introducción en el medio natural de Gran Canaria de ejemplares de perdices morunas, provoca un impacto negativo sobre la perdiz roja, dado que al mezclarse con las morunas sus crías son híbridas estériles.

Sanciones de hasta 3.000 euros

La infracción por hechos de esta característica está considerada como infracción grave, con multas de 601 a 3.000 euros, además podrá llevar aparejada la retirada y revocación de la licencia de caza y la inhabilitación para obtenerla durante el plazo de un año a cinco años.