Una centenaria vivienda de la ciudad de Arucas conocida como la grajería quedó esta noche arrasada por un intenso incendio que era visible en los barrios cercanos al casco de la ciudad del norte de Gran Canaria. Dotaciones de hasta tres parques de Bomberos del Consorcio de Gran Canaria tuvieron que acudir para tratar de evitar que el fuego se propagara hasta un edificio donde hay tienda de pirotecnia y el centro de mayores.
El fuego se inició en torno a las nueve y media de la noche en el inmueble de dos plantas situado en el paseo del Mirón. Según fuentes de los recursos que actuaron en el servicio, esta vivienda suele ser usada por personas sin techo para cobijarse. Ya en anteriores ocasiones, los bomberos han tenido que acudir a apagar otros fuegos, aunque ninguno de ellos de la virulencia del que se produjo anoche.
Los primeros en personarse fueron los dos bomberos y el cabo de Arucas que, debido a la gran carga térmica que tenía el incendio y a la falta de recursos como una jefatura de guardia, solicitaron el apoyo de sus compañeros de Gáldar y Telde. Los primeros en llegar utilizaron más de 5.000 litros de agua en apenas diez minutos, con lo que consiguieron reducir de forma considerable la potencia de las llamas. Estos, a su vez, decidieron desalojar todo un edificio cercano que en la planta baja tiene una tienda de pirotecnia.
Las primeras informaciones apuntaron a que en el interior podría haber una mujer, lo que hizo que los bomberos se esforzaran aún más en reducir las llamas. Finalmente, los vecinos confirmaron que esta persona se encontraba bien fuera del inmueble y a medianoche las fuentes consultadas indicaron que, en principio, no había nadie afectado.
Al lugar también se desplazaron la Policía Local de Arucas y la Guardia Civil, que se encargaron de cortar el tráfico en las calles cercanas, y una ambulancia del Servicio de Urgencias Canario (SUC), que permaneció en preventivo por si hiciera falta atender a alguno de los miembros de los cuerpos que actuaron en el servicio.
Los techos de la vivienda se derrumbaron debido al fuerte calor y un técnico del Ayuntamiento de Arucas informó a los bomberos que actuaban en el fuego que evitaran entrar en el inmueble debido al evidente riesgo que existía de que colapsara dado su mal estado. A medianoche, varias unidades aún se encontraban en el lugar refrescando la zona.
Esta casa está situada en la conocida como finca de los Marrero, según la ficha de la carta etnográfica de la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac). En la vivienda residía en su día el pastor que, además, tenía un alpendre que daba cobijo a ocho vacas.
