El pasado 20 de noviembre de noviembre se cumplió un atropello mortal de Claudia San Román. La estudiante, de 20 años de edad, de Gran Canaria estaba en Madrid donde estudiaba Medicina en la Universidad Complutense.

Los hechos tuvieron lugar en el Paseo de Juan XXIII, en la zona de Ciudad Universitaria de la capital española. La joven, que regresaba a su casa, fue arrollada por un vehículo en el que además del conductor, viajaban otras dos personas más. El coche se dio a la fuga y, desde entonces, un año después del terrible hecho, la Policía Nacional sigue en busca de los causantes de la muerte de Claudia San Román.

El supuesto autor del atropello es un joven marroquí de unos 22 años de edad, que cuenta con nueve antecedentes entre 2017 y 2020, entre ellos, episodios de robo con fuerza, hurtos, atentado contra la autoridad o detenciones por circular en estado de embriaguez, circunstancias que se podrían haber dado el día del trágico atropello. Los hechos ocurridos acarrearían delito de homicidio por imprudencia grave y por omisión del deber de socorro, entre otros.

Continúan las investigaciones

El fugitivo tendría además una orden de entrada en prisión pendiente -también por robo- que se tendría que haber efectuado en los días posteriores al atropello. 

Desde entonces, la Sección de Homicidios de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid, ha investigado en decenas de domicilios de amigos y familiares del supuesto autor de los hechos. Además, han tomado declaraciones a unas cuarenta personas del entorno del fugado, sin éxito alguno. 

Las autoridades aseguran que acabarán resolviendo el caso y deteniendo al causante del atropello. "No tengan la menor duda que el causante de estos hechos va a ser puesto a disposición de la ley seguro”, aseguró un Guardia Civil, experto en Tráfico.

“Si no fue el dueño del vehículo habrá que ver las circunstancias de que la supuesta persona que tenía el coche, habrá que ver cómo ha tenido acceso a ese vehículo... Es la unidad GIAT, la especializada en este hecho, y que no te quepa la menor duda de que va a saber quién es este causante”, aseveró.

Funeral

Claudia estudió en el Colegio Guaydil, en Las Palmas de Gran Canaria. Pocos días después del atropello mortal, la Catedral de Santa Ana acogió un emotivo funeral en memoria de la joven. 

Además, entre los distintos memorándums, el centro educativo Atlantic Schools, donde San Román también estudió, realizó un aplaudido 'in memorian' a su antigua alumna. 

“Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada.” ¹ El sábado, 20 de noviembre, amanecimos con la trágica noticia del fallecimiento de Claudia San Román Medina. Los mensajes de apoyo y desconsuelo inundaron los chats, se multiplicaron las llamadas, padres, madres, profesores, antiguos alumnos… Atlantic School se sumía en una profunda consternación. Lágrimas de dolor, lágrimas de impotencia. Sus padres, su hermana Daniela, ¡CLAUDIA! Imposible dejar de pensar en ellos. Imposible encontrar otra respuesta, más que la fe, a un acontecimiento, tan injusto como difícil de entender. Claudia perdió la vida en una oscura noche de Madrid, brutalmente atropellada por alguien que, además, se dio a la fuga. “Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado.” Tan solo han pasado dos años de la graduación de Claudia con la “Clase de 2019”. Los recuerdos se levantan y en cierto modo se rebelan. Pero la sonrisa de Claudia los va templando. Quería a su colegio, desde muy pequeña había aprendido a amar, se movía con soltura en el territorio de las emociones, rezumaba su carácter la frescura limpia de la espontaneidad y la transparencia. Cruzó por primera vez las puertas del colegio con un añito, a punto de cumplir dos. Quería a su colegio, quería a sus compañeras ¡dieciseis años! de convivencia. Quería a sus profesores. Se involucraba en cada proyecto: la clase más solidaria por Navidad, la carrera del Corte Inglés, la gymkana del colegio, la fiesta fin de curso, el cello siempre disponible para apoyar con su grave, pausada y elegante melodía, villancicos y grabaciones. Los disfraces, las obras de drama, los recreos, las conversaciones de adolescentes, los primeros amores, los ensayos, la Atlantic Week, speaker corner, debates, filosofía, ilusión, sonrisa, esfuerzo… ¡Los exámenes! ¡Las tareas! El Advanced. Las horas de clases del Conservatorio. Las salidas, los amigos. Claudia tuneó un timple que transformó en ukelele… Claudia había aprendido a amar, y entre sus amores, la Medicina. Luchó, trabajó su proyecto, persiguió sus metas, hizo realidad sus propósitos. “No da problemas”, “buena cabeza, es capaz de estudiar por su cuenta”, “es muy buena niña”, “muy contenta con su actitud, educada, no protesta”, “buen comienzo, trabaja bien, lucha”, “buen trabajo”, “que descanse dos días”… Claudia, tras superar el 13 en EBAU, conseguía su plaza, en el primer listado, en el Grado en Medicina en la Universidad Complutense de Madrid. In memoriam! Claudia, el Cielo no pudo esperar. El lunes, 29 de noviembre, se celebrará a las 19 horas en la Catedral de Santa Ana, en Las Palmas de Gran Canaria, la Misa funeral por su eterno descanso. ¹ y ² Miguel Hernández, Elegía a Ramón Sijé.