Unos piratas de Europa del Este secuestraron el pasado miércoles un petrolero que navegaba por el Golfo de Guinea, frente a las costas de Costa de Marfil, para sustraerle más de 3.000 toneladas de combustible que fueron traspasados a otro buque. Las administraciones ya han mostrado su preocupación al detectar la presencia de paramilitares europeos en un espacio donde hasta ahora habían operado únicamente mafias africanas.

El armador del B Ocean, de 105 metros de eslora y que ha visitado en al menos una ocasión el Puerto de La Luz, perdió todo contacto con la tripulación la noche del pasado miércoles cuando se encontraba a unos 450 kilómetros mar adentro de la capital marfileña, Abiyán. Según medios especializados, ocho hombres armados abordaron el barco y desconectaron de inmediato todos los equipos de comunicaciones para evitar que sus marineros pudieran dar cualquier tipo de avisos a los centros de emergencia. En el golfo hay patrullas marítimas coordinadas en las que participan armadas españolas, británicas, francesas e italianas, entre otras, para garantizar la seguridad de los buques que navegan debido a la peligrosidad existente por la presencia de estas organizaciones delictivas.

Los componentes de la mafia se encargaron de transbordar las más de 3.000 toneladas de crudo, cuyo valor supera los dos millones de euros, de un petrolero a otro, una operación que duró unas 20 horas, según las fuentes consultadas. Para evitar cualquier tipo de localización, además de las comunicaciones, los asaltantes destrozaron todos los dispositivos de navegación y secuestraron a los 19 tripulantes, 17 de ellos de nacionalidad indonesia y dos de origen surcoreanos. Y es que la naviera SK Shipping Co., propietaria del barco, tiene su base en Seúl.

Las armadas británica y francesa, al tener conocimiento de lo sucedido, avisaron a todos los capitanes de los barcos que navegaban por la zona para que informaran de cualquier avistamiento del B Ocean o cualquier actividad sospechosa, según informó la web TradeWinds. No sería hasta la madrugada del pasado viernes cuando el armador volvió a tener noticias del petrolero y tuvo conocimiento de todo lo ocurrido. El barco, por su parte, puso rumbo hacia el puerto de Abiyán. Todos sus ocupantes se encuentran en buen estado.

Esta es la segunda vez que este buque sufre un ataque de los piratas. Ya en enero de este mismo año varias personas, todas ellas de origen africano, subieron al barco para robarle todo el combustible que llevaba en sus bodegas.

El Golfo de Guinea es utilizado por hombres armados para secuestrar barcos. Esto ha provocado la movilización de las armadas de diferentes países para asegurar la zona. Entre ellos está la Armada Española con el Buque de Acción Marítima (BAM) Relámpago, que zarpó a finales del pasado mes de agosto desde la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria con 86 marinos a bordo. Los militares españoles permanecerán en la costa occidental africana hasta finales de año con el objetivo de evitar que se sigan repitiendo estos asaltos por parte de los piratas.