El buque interceptado en las Islas iba a transbordar la cocaína a otros barcos

El pesaje certifica que el ‘Blume’ transportaba 4.500 kilos | El abordaje fue muy complejo debido al mal estado del mar y a los 96 metros de eslora del mercante

Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil durante la descarga de la droga, el pasado jueves por la noche. | | EFE

Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil durante la descarga de la droga, el pasado jueves por la noche. | | EFE / Pedro Fumero

La rápida intervención de los agentes del patrullero Fulmar de Vigilancia Aduanera en la madrugada del pasado jueves frente a las costas de África impidió que los tripulantes del carguero Blume pudieran repartir los 4.500 kilos de cocaína que llevaba a otros barcos. Y eso hubiera comprometido la detección del importante alijo, uno de los más importantes requisados en los últimos años. La Policía Nacional, la Guardia Civil y la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera informaron ayer de que el abordaje, a unas 80 millas al este del Archipiélago, resultó muy complejo debido a las malas condiciones del mar, así como a las dimensiones del buque que portaba la droga, de 96 metros de eslora. Durante la tarde de ayer, los 15 detenidos en la operación, dos albaneses y trece paquistaníes, pasaron a disposición judicial en el Juzgado Central de Instrucción en funciones de Guardia en la Audiencia Nacional.

La operación conjunta fue desarrollada por agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional, el Equipo de Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil y agentes de Vigilancia Aduanera. La investigación arrancó como consecuencia de la colaboración internacional, a partir del intercambio de información producido entre el Centro de Análisis y Operaciones del Atlántico para el narcotráfico (MAOC-N) y el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco), que determinó la posible implicación de una embarcación sospechosa de tráfico ilícito de estupefacientes entre Sudamérica y Europa.

De forma concreta, el Blume, con bandera de Togo, partió del puerto de Santos, en Brasil, el pasado 20 de diciembre. Y, supuestamente, tenía como lugar de destino Riga, en Letonia. Ante la información recabada por la inteligencia policial española y unidades centrales de investigación, la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera estableció un dispositivo aeronaval para localizar al carguero que llevaba la importante carga de estupefaciente. Y, de forma paralela, movilizó a su buque de operaciones especiales Fulmar, con base en el puerto de La Luz y especializado en intervenciones relacionadas con el narcotráfico y el contrabando.

Los agentes de Vigilancia Aduanera consiguieron con dificultades acceder hasta el Blume de madrugada, aprovechando la oscuridad como elemento sorpresa para la tripulación del carguero con bandera de Togo. Dichos funcionarios pudieron comprobar que el barco transportaba como carga declarada unas 200 toneladas de café, lo que se consideró como muy exigua para la capacidad real de este barco y llamó la atención de los especialistas.

Con posterioridad, en una inspección de las zonas comunes del barco que salió de Brasil se detectó la presencia de un número indeterminado de fardos de los habitualmente utilizados para el transporte de cocaína. Ante esa circunstancia, los agentes llevaron a cabo la detención de todos los tripulantes del buque.

En una primera estimación se consideró que el Blume podía transportar unas tres toneladas de cocaína. Sin embargo, el pesaje de todos los fardos durante la noche del jueves y la madrugada de ayer, elevó la cantidad total a más de 4.500 kilos. Los responsables de la operación decidieron trasladar el Blume hasta Santa Cruz de Tenerife, donde fue atracado en la Dársena de Los Llanos el jueves. A partir de ese momento, en dicho enclave del recinto portuario se llevó a cabo un importante dispositivo de seguridad, en el que tomaron parte diversas unidades de la Policía Nacional y de la Guardia Civil a lo largo de varias horas.